Reforma
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Entre compromisos cumplidos y cicatrices de
abandono: Sonora respira esperanza con la Cuarta Transformación
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Presidenta
Claudia Sheinbaum Pardo, y el gobernador Alfonso Durazo, encabezan gira de
trabajo en el Sur de Sonora
Raúl Campoy
Navojoa, Sonora a 15 de
julio de 2025.- El estilo de cumplir los compromisos en el presente ha cambiado, ya no se escriben desde el
escritorio ni se dictan desde oficinas climatizadas. Se palpan, se caminan, se
entregan en el polvo del sur y la brisa del norte. Este fin de semana, en Vícam
Switch, y ciudad Obregón, Cajeme, Sonora dejó atrás un capítulo de abandono y
comenzó otro de justicia para todos.
En apego a los principios,
lineamientos y valores de la Cuarta Transformación que impulsa el movimiento de
regeneración nacional (MORENA), la presidenta
de México, Claudia Sheinbaum Pardo, y el gobernador Alfonso Durazo Montaño
cumplieron con lo que antes se prometía pero no se concretaba: el fin de semana
anterior entregaron el Hospital Rural IMSS-Bienestar a la nación Yaqui.
No se trató de una visita
sin sentido ni una foto tradicional: se
inauguró una obra que representa una inversión de más de 700 millones de pesos
y la atención digna a más de 50 mil personas históricamente ignoradas. Ahí
donde antes había espera y abandono, ahora hay quirófanos, consultorios y
dignidad. ¿Cuántos gobiernos neoliberales pasaron sin poner un pie en esta
tierra? ¿Cuántos discursos sin acción?
Con palabras precisas, Durazo
lo dijo sin metáfora: “Cruzando una calle tienen una instalación de primer
mundo”. Y lo repitió porque sabe que ese cruce vale siglos. A su lado, la
presidenta Sheinbaum reafirmó la vocación de la Cuarta Transformación: por el
bien de todos, primero los pobres. Equipos de última generación en medio de la
región Yaqui—algo impensable en otras épocas donde el presupuesto viajaba sin
brújula, lejos del sur de Sonora. Nada gustó a sus opositores políticos; sin
embargo, es la verdad.
En su tercera visita a
Sonora, la presidenta Claudia Sheinbaum y el Gobernador Alfonso Durazo no
estuvieron solos. Les acompañaron, alcaldes
como Karla Córdova González, de Guaymas, y Javier Lamarque Cano, de Cajeme, así
como el diputado federal Raúl “Pollo” Castelo, y funcionarios de los tres niveles de gobierno,
la comitiva simbolizaba más que respaldo
institucional: es testimonio de que algo ha cambiado y ha cambiado para bien
para ver el antes y el después en la
historia de Sonora.
"Y eso no es todo —como
decimos en Sonora” : la presidenta Sheinbaum anunció una inversión histórica de
más de 750 millones de pesos para los servicios de salud pública del estado de
Sonora en cinco grandes proyectos: el primero será el equipamiento de los 28
hospitales y 53 quirófanos del estado, el segundo se refiere a la ampliación
del hospital comunitario de Ures, el tercero al mejoramiento del Centro
Oncológico y la Unidad de Quemados para pacientes infantiles en Hermosillo, el
cuarto será un nuevo Hospital de Salud Mental en Cruz del Norte y el quinto un
nuevo Centro de Salud con servicios ampliados en Miguel Alemán.
Ese cambio en el estilo de gobernar y cumplir los compromisos a los mexicanos también se sintió un día antes en Ciudad
Obregón, donde el programa “Salud Casa por Casa” ya alcanza a 25 mil personas
en Sonora. La meta es ambiciosa: atender a 295 mil adultos mayores y 35 mil
personas con discapacidad directamente en sus hogares. Porque la salud dejó de
ser privilegio de quien puede moverse. Ahora va hasta quien no puede. Así lo
dijeron Durazo y Sheinbaum frente a miles de familias cajemenses. No hubo
pretextos, ni calor, ni distancia que frenara el mensaje. Se escuchó claro, fuerte y contundente…y, por supuesto,
no fue del agrado de los neoliberales.
Y es aquí donde vale la pena
detenerse. Esta columna no busca elogiar por elogiar, ni omitir que en otros
tiempos hubo quien quiso hacer algo por Sonora. El propio presidente Andrés
Manuel López Obrador sembró la semilla del Plan de Justicia para los Pueblos
Originarios. Pero lo que vemos ahora es cosecha. Una cosecha caminada, hablada
y entregada con hechos.
Sonora tiene memoria. Y
quienes vivieron décadas de abandono saben reconocer cuándo esa memoria
comienza a sanar. Salvo contadas excepciones
(aquellas donde el apego al viejo régimen del PRIAN nubla la visión),
hoy muchos sonorenses pueden ver con claridad la transformación que vive
México. Porque hoy el hospital de Vícam Switch es más que ladrillos: es símbolo
de justicia. Y el mensaje es claro: las deudas históricas se pueden saldar,
cuando hay voluntad política y convicción social. Cuando los compromisos no se
negocian en campaña, sino que se honran en territorio.
La revolución de las
conciencias, como la llama la Cuarta Transformación, no se proclama desde el
estrado: se cumple en el territorio. Se refleja en la sonrisa de niñas, niños y
adolescentes que ya no deben recorrer horas para recibir atención médica; en el
abuelo que es atendido sin salir de su casa; en el polvo de los caminos que
ahora pisan gobernantes que dejaron de temerle a la calle. Ese ejemplo lo marcó
Andrés Manuel López Obrador, lo continúa con firmeza la presidenta Claudia
Sheinbaum Pardo y lo respalda con hechos el equipo de colaboradores del
gobernador Alfonso Durazo Montaño.
Sonora ha decidido no mirar
atrás. Porque cuando el gobierno se pone al servicio del pueblo, las palabras
sobran: hablan los resultados.
Ahí está Sonora, amables
lectores: de pie, en movimiento, transformándose. Un estado que, con visión y
carácter, está construyendo un legado del que podrán sentirse orgullosas las
generaciones de hoy y las que vienen. Porque hubo quienes supieron estar a la
altura del momento histórico, gestionando bienestar y procurando justicia para
todos y todas.
Por su atención gracias.
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2025RaúlCampoy