Reforma 12
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Enfermedades
Transmitidas por Alimentos
*Raúl Campoy Robles
Navojoa,
Sonora, 31de Julio de 2017.- Sin
duda que durante el verano las enfermedades transmitidas por los alimentos (ETA) se multiplican, ya que
la ingestión de comidas y/o
bebidas se contaminan con mayor facilidad ante la proliferación de microorganismos patógenos que afectan la
salud del consumidor.
De origen
multifactorial, las enfermedades transmitidas por las ETA, su
detección e investigación de nuevos
brotes constituye uno de los principales retos para el sistema de salud
pública, en virtud que requiere obtener de manera oportuna y eficaz la historia clínica de los pacientes, análisis de laboratorio, e
información del lugar y los involucrados
en la manipulación de los alimentos; lo
anterior en apego a la normatividad vigente.
No solo durante el verano, sino durante todas las estaciones del año la intoxicación alimentaria puede provocar
grandes problemas de salud pública,
incluso la muerte de las personas a nivel individual y colectivo. En principio, el comensal que ingirió alimentos infectados por
gérmenes, virus, bacterias y parásitos (Campylobacter, Salmonella, y la enterobacteria Escherichia coli) por citar algunos, puede presentar
síntomas repentinos y graves como son: vómitos, diarrea, fiebre, visión
doble, hepatitis, cefaleas, deshidratación y choque séptico, entre otros; por lo que se hace necesario el tratamiento
médico y nutricional así como el cuidado en el hogar.
Las enfermedades en referencia, según
las autoridades sanitarias a nivel nacional e internacional registran un incremento en su incidencia,
dado el surgimiento de nuevas formas de
transmisión, el aumento de la
resistencia de los patógenos a los compuestos antimicrobianos, y la aparición
de grupos poblacionales vulnerables, entre otros indicadores no menos importantes; además, en este sentido
es insoslayable citar el impacto socioeconómico que ocasionan.
Informes médicos al respecto,
refieren que la incidencia de la
intoxicación alimentaria es un indicador
directo de la calidad higiénica sanitaria de los alimentos y está demostrado
que la contaminación de éstos puede
ocurrir durante su procesamiento, en
restaurantes, expendios de alimentos en general, e incluso en las plantas procesadoras de alimentos a grande escala, o
por el empleo de materia prima contaminada como
las carnes de aves, pescados, cerdos y reses. En cuanto a las
bebidas su presencia obedece
generalmente al consumo de aguas frescas y también a refrescos aunque en
menos frecuencia.
Durante la temporada de verano, según
la secretaría de salud, se presenta
mayor prevalencia de enfermedades transmitidas por alimentos contaminados, derivadas del consumo de pescados, moluscos y mariscos
crudos, que en la gran mayoría de las
veces fueron expuestos a un manejo
inadecuado de temperaturas violando
las recomendaciones que
permiten conservar la cadena de
frio.
Por otra parte, un alto porcentaje de los casos de
ETA no puede asociarse con algún alimento en particular, o no es factible
identificar al patógeno responsable, debido, fundamentalmente, a que los
resultados de los análisis bacteriológicos demoran; asimismo, el vehículo
alimentario implicado ya no se encuentra disponible para su análisis, lo que
sugiere la necesidad de establecer métodos rápidos y eficientes de detección
del agente causal.
En este orden, conviene
mencionar la elaboración de salsas que, por su naturaleza y agua abundante
requieren de un marco higiénico responsable por parte de los
manipuladores de alimentos, a efecto de evitar ingredientes contaminados y la contaminación
cruzada. En sentido, aún falta
mucha cultura en cuanto a los
conocimientos de normas sanitarias por
parte de los responsables de la elaboración de alimentos y bebidas.
En este contexto
es prudente citar que
en la prevención y detección oportuna de las enfermedades transmisibles
por alimentos es necesario conjugar y multiplicar esfuerzos
entre las autoridades, sanitarias, industriales y educativas con el propósito
de disminuir en lo posible la incidencia de las ETA y sus consecuencias para la salud pública.
Por su atención
gracias.
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Lic. En Nutrición Humana por la Universidad Estatal de Sonora (UES),
Unidad Académica Navojoa.