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Consumir pescado beneficia la salud
Raúl Campoy Robles
Navojoa,
Sonora. 8 de Marzo de 2016.- Al hablar de alimentación sana y equilibrada
durante la cuaresma y Semana Santa hace
obligatorio abordar el beneficio que representa consumir pescado y marisco, ya que
el consumo habitual de esta carne blanca incide positivamente en la salud de las personas.
A
partir del miércoles de ceniza y durante
el periodo de cuaresma, particularmente los días viernes
el consumo de pescado se ha hecho una tradición entre la comunidad católica del mundo entero,
empero sin ir más allá, conviene en este espacio destacar los beneficios que estos productos otorgan a la
salud humana.
En la búsqueda de perder
kilos de peso y conservar una
buena salud es conveniente adoptar
de una
buena vez por todas el consumo de
carnes blancas ya que son ricas en grasas poliinsaturadas y son de
fácil digestión, sin dejar de citar la importancia de algunas vitaminas, minerales y los ácidos
graso poliinsaturados omega 3, eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico (DHA) beneficiosos para
el corazón.
El consumo de pescado y mariscos, al menos dos veces por semana, ayuda a prevenir casos de
anemia y desnutrición debido a que contiene proteínas de alto valor biológico, incluyendo
hierro y zinc; que, en el caso de
los niños y adolescentes ayuda al óptimo desarrollo y crecimiento
fortaleciendo al mismo tiempo el sistema inmunológico.
En el caso de los
adultos, los alimentos en referencia coadyuvan considerablemente a prevenir o disminuir, según sea el caso, los niveles de triglicéridos y colesterol elevado previniendo enfermedades coronarias y
el accidente cerebral, entre otras no menos importantes que de acuerdo a su
gravedad pueden causar la muerte. El consumo de los productos del mar son
igualmente recomendados para los grupos
de adultos mayores, mujeres embarazadas, niños e individuos con inmunodeficiencias.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud
(OMS), cada persona debería comer a la semana
400 gramos de pescado, es decir, dos porciones equivalentes al tamaño de
la mano. De esta forma, se obtendrían los
beneficios antes mencionados
y se estaría en condiciones de consumir
menores cantidades de carnes rojas cuyos
niveles de lípidos son superiores y por consecuencia contienen más
grasas saturadas, cuyo consumo se
incrementa en la época decembrina ,
fin de año y principio de año nuevo.
En el mercado existe una gran variedad de alimentos del grupo que ha sido abordado en esta columna como son:
mojarra, sardina, camarones,
lenguado, lisa, atún, calamar, pulpo,
trucha, bagre, tilapia, ostión, mero, róbalo,
y jaiba entre otras, cuyo abasto
para todo México está garantizado
por la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca
(CONAPESCA), ya que
estima que durante la cuaresma
2016 serán comercializadas alrededor de
300 mil toneladas de pescados y mariscos.
Finalmente se recomienda que al comprar el pescado este ha de
oler fresco, es decir, a mar; la carne debe ser firme, blanca o
ligeramente rosada; la piel debe ser firme, elástica brillante y no grasosa
además de ser resistente a la presión de los dedos; los ojos deben ser
brillantes y saltones; las escamas deben
estar adheridas a la carne y el
vientre no tiene que ser abultado. Es importante tener
presente que el riesgo principal del consumo de las especies antes citadas es el contacto con elementos patógenos, para
tener seguridad en su consumo se deben seguir
métodos apropiados de preparación
y cocción.
Del mismo modo es aconsejable no olvidar la importancia del
Plato del Buen Comer ya que permite combinar
los diferentes grupos de alimentos
para lograr una alimentación
equilibrada y saludable y, aun cuando esta herramienta no incluye el agua, no conviene
olvidar la hidratación consumiendo al menos dos litros
del vital líquido; claro está que
la ingesta ha de variar según
la edad, actividad física y estado
patológico del consumidor.
Por
su atención gracias
Lic.
En Nutrición Humana por la Universidad Estatal de Sonora, Unidad Académica
Navojoa.