jueves, 5 de mayo de 2011

CELEBRAN 149 ANIVERSARIO DE LA BATALLA DE PUEBLA



                 + El Presidente José Abraham Mendívil encabeza ceremonia
        
El Alcalde José Abraham Mendívil López presidió el acto del 149 aniversario de la Batalla de Puebla, en el que el niño José Masato Sandoval Kawano, alumno del Colegio Santa Fe y Presidente del Cabildo Infantil 2011, dirigió el mensaje oficial.

            “Día glorioso como ninguno es éste en México. Agotado nuestro país por largas luchas; disminuido por las irreparables pérdidas territoriales sufridas en 1847; empobrecido y desmoralizado, ciertas naciones lo creían presa fácil para satisfacer sus ambiciones”, dijo Sandoval Kawano en el monumento en honor al general Ignacio Zaragoza, ubicado en la plaza de San Ignacio, y que contó con la presencia del diputado Alberto Natanael Guerrero.

Señaló que una de esas naciones era Francia, que se negó a aceptar las razones del Gobierno Mexicano contra la intervención militar arbitraria que lastimaba nuestro honor nacional. Y así, mientras España e Inglaterra suspendían esta intervención, las tropas francesas, que habían penetrado hasta Orizaba por medio del engaño, no sólo se negaron a retirarse, sino que avanzaron hacia Puebla llenas de petulante confianza.

“No contaban con que al frente de nuestra República había un hombre que era la integridad y el patriotismo en persona: el presidente Benito Juárez. A la cabeza de nuestro ejército había un hombre muy modesto, pero de gran talento y sereno valor, que estaba dispuesto a vencer con la razón: el General Ignacio Zaragoza”, continuó el orador oficial.

“El General Lorencez, jefe del ejército invasor, envió a Francia un despacho que decía: “Tenemos sobre los mexicanos tal superioridad de raza, de organización, de disciplina, de moralidad y de elevación de sentimientos que, desde ahora, a la cabeza de 6 mil soldados, soy dueño de México”.

“Y así, en la mañana del 5 de mayo de 1862, lanzó el General Lorencez sus regimientos sobre las fuerzas mexicanas, con la confianza de su presunta superioridad, ordenó una y otra vez, enfurecido el ataque, y una vez y otra, armas mexicanas prevalecieron sobre la necia arrogancia del invasor”.

“A media tarde, la impotencia de los franceses para ganar a los mexicanos una pulgada tan sólo de terreno, era manifiesta.  El General Ignacio Zaragoza lo puso en vergonzosa fuga. Nuestro pueblo salió airoso y el ejemplo del 5 de mayo permanece vivo en nuestro corazón. Y en palabras del General Ignacio Zaragoza: “Las armas nacionales se han cubierto de gloria”, concluyó el niño José Masato Sandoval.