Reforma
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La diferencia entre promesas y hechos: la 4T
en Sonora
De los viejos olvidos al nuevo bienestar que llega a cada hogar
Octavio Almada, el rostro cercano del Bienestar en Sonora
Por
Raúl Campoy
Navojoa, Sonora, 1 de
septiembre de 2025.- Durante décadas, los gobiernos del pasado acostumbraron a
la gente a escuchar promesas vacías. Los programas sociales eran anuncios
espectaculares que jamás llegaban a los bolsillos de las familias; se usaban
como moneda de cambio electoral y no como un derecho garantizado. Esa herencia
de abandono dejó a millones de mexicanos en la incertidumbre, sobre todo a los
sectores más vulnerables.
El modus operandi de los
llamados gobiernos neoliberales era
claro, como también fue clara su derrota en las elecciones federales e
intermedias: aquellos privatizaron lo público, endeudaron al país y entre
otras barbaridades, entregaron recursos
nacionales a intereses particulares bajo el argumento del “desarrollo de la
nación”. Además, usaron los apoyos sociales como herramientas de control político.
Se “gobernaba” traicionado
al pueblo de México, a sus espaldas, mientras millones de mexicanos se hundían en la pobreza, los
gobiernos del PRIANRD privilegiaban a
las élites económicas. Sin embargo, esa
dinámica de corrupción y abandono hartó a los ciudadanos, abriendo
camino a la Cuarta Transformación de la vida social, económica, política y
cultural de la nación en 2018.
La llegada de la Cuarta
Transformación (4T), encabezada en un inicio por el presidente Andrés Manuel
López Obrador (2018-2024) y hoy continuada con decisión por la presidenta
Claudia Sheinbaum Pardo (2024-2030), marcó una ruptura histórica con esa vieja
forma de gobernar. Por primera vez, los apoyos no se condicionan, no se
negocian y no se regatean: llegan de manera directa a quienes más lo necesitan.
En Sonora, la transformación
se traduce en datos duros y verificables: más de 13 mil millones de pesos en
apoyos sociales en tan solo diez meses de este gobierno. Esta cifra, que supera
cualquier antecedente, no es producto de discursos, sino de una política
pública diseñada para que los impuestos de la gente regresen en forma de
bienestar y justicia social. Así lo establece la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
A estas alturas del texto
vale destacar el papel de Octavio Almada Palafox, delegado federal de la
Secretaría del Bienestar en Sonora. A diferencia de funcionarios de antaño que
gobernaban desde la distancia, Almada ha recorrido más de 50 mil kilómetros y visitado
los 72 municipios del estado, llevando consigo no solo el mensaje del Gobierno
de México, sino también la supervisión de que cada programa cumpla con su
cometido. Esa presencia en el territorio es prueba de que el Bienestar no es un
slogan, sino una acción permanente. De eso no existe duda y los hechos respaldan las palabras.
Los resultados son claros:
pensión para adultos mayores, apoyo a mujeres de 60 a 64 años, becas para
estudiantes, programas de salud casa por casa, y un impulso real a la economía
popular. Todo esto representa el segundo piso de la transformación, el cual se
construye sobre cimientos sólidos de justicia social y cercanía con la gente.
Naturalmente, a los sectores
neoliberales les molesta que se beneficie a al pueblo a través de los programas sociales de la 4T;
sin embargo, hasta la fecha, ninguno de
ellos ha renunciado oficialmente a recibir estos apoyos. Muchos de estos opositores son personas
adineradas que critican y se manifiestan contra la Cuarta Transformación, pero,
paradójicamente, siguen poniendo la mano para recibir los beneficios que el
gobierno otorga a la ciudadanía.
Ante el primer informe de
gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, es imposible no reflexionar sobre
la gran diferencia entre los gobiernos que solo administraban la pobreza y la
corrupción y este proyecto que apuesta por erradicarla.
Mientras antes se privilegiaban los intereses de unos cuantos, actualmente los
recursos públicos regresan a quienes más los necesitan.
Previo al cierre de esta columna, es crucial
recodar a los mexicanos que a los
actores políticos neoliberales les incomoda
profundamente que la gran mayoría de la gente
haya despertado, reconociendo la diferencia entre los gobiernos del pasado y el actual emanado de MORENA.
La conclusión es
contundente: la Cuarta Transformación llegó para quedarse, porque la gente ya
no se conforma con discursos; exige resultados, y los resultados están a la
vista. Sonora es testigo de ello.
Por su atención gracias.
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2025RaúlCampoy