Reforma 12
·
Sequía en Sonora: el tiempo de la improvisación se
agotó
·
La región del Mayo enfrenta una crisis hídrica
histórica; urge pasar de medidas emergentes a soluciones estructurales
·
OOMAPASN
responde a la crisis hídrica con nuevos pozos y estrategias de abastecimiento
en Navojoa
Por Raúl Campoy
Navojoa,
Sonora a 10 de Julio de 2025.- De no registrarse cambios climáticos favorables
en los próximos días, la sequía que azota a Sonora durante este año podría
convertirse en una de las más severas de la historia moderna en la entidad. Los
efectos ya se reflejan con crudeza: abatimiento de acuíferos, aumento en los
casos de deshidratación y fuertes afectaciones al sector agropecuario, una de
las principales actividades económicas del estado.
Si bien
las recientes lluvias —aunque escasas— han despertado cierta esperanza entre la
población, especialmente en la zona serrana del municipio de Álamos y en
regiones del vecino estado de Chihuahua, lo cierto es que no hay razones
suficientes para declarar que lo peor ha pasado. Lanzar las campanas al vuelo
sería un error.
La sequía
sigue presente y afecta de manera directa no solo al campo y a la salud
pública, sino que también repercute de forma indirecta en otras áreas de la
vida económica y social. El desafío para Sonora no está solo en esperar que llueva,
sino en prepararse con políticas públicas, inversión y prevención para
enfrentar un fenómeno que ya dejó de ser excepcional y amenaza con volverse
recurrente.
La región
del Mayo no es ajena a la crisis del agua. Si bien las recientes lluvias en la
cuenca alta del río Mayo han incrementado de forma considerable el caudal que
alimenta a las principales presas de la zona, la preocupación entre los
habitantes y el sector agropecuario de municipios como Navojoa, Etchojoa,
Huatabampo y Álamos persiste. El abatimiento de los mantos acuíferos y la
irregularidad de las precipitaciones mantienen encendido el foco rojo.
De
acuerdo con Ernesto Garcés Rivas, jefe del Distrito de Riego 038 Río Mayo de la
Conagua, la presa Adolfo Ruiz Cortines (Mocúzarit) almacena actualmente 35.8
millones de metros cúbicos, mientras que la presa Bicentenario (Los Pilares)
alcanza los 33.72 millones. Ambas se ubican en el municipio de Álamos. La
primera tiene una capacidad total de 1,100 millones de metros cúbicos; la
segunda, situada frente al poblado de San Bernardo, puede albergar hasta 486.4
millones, con un volumen ordinario de 443.7 millones en un espejo de agua de
2,760 hectáreas.
Pese a
esta leve recuperación, los organismos operadores de agua potable han tenido
que aplicar medidas de racionamiento, implementando tandeos en horarios
específicos para administrar un recurso cada vez más escaso.
Navojoa
es uno de los casos más representativos: ante la crisis hídrica, el gobierno
municipal que encabeza el alcalde Jorge Alberto Elías Retes ha puesto en marcha
un plan emergente para asegurar el abasto en la cabecera municipal. Esta semana
entró en operación el pozo 516 en la comunidad de Sivacobe, Tesia, con una
inversión de 1.6 millones de pesos por parte de OOMAPASN. Con una aportación
inicial de 44 litros por segundo, esta fuente beneficiará a varias colonias del
norte del sector oriente de la ciudad.
Asimismo,
se prevé que el sector sur mejore su acceso al agua con la próxima
incorporación de un nuevo pozo en el ejido Las Ánimas. Estas acciones, según ha
señalado el propio alcalde, forman parte de una estrategia integral de su
administración para garantizar agua potable, alcantarillado y saneamiento a la
población, con el objetivo de asegurar el servicio de manera continua los 365
días del año.
En este
complejo escenario, cobra especial relevancia el acueducto anunciado por el
gobernador Alfonso Durazo Montaño, una de las obras prioritarias de su gestión.
El proyecto, que busca llevar agua desde la presa Los Pilares hacia la región
del Mayo, se plantea como una solución de fondo para atender el problema del
desabasto, con una proyección de cobertura que podría extenderse por al menos
tres décadas.
Más allá
del acceso al agua potable para miles de familias, esta megaobra apunta a
detonar un desarrollo sostenible en el sur de Sonora, al fortalecer las
actividades económicas que dependen del recurso. Con una inversión millonaria y
la meta de estar concluida antes del fin del sexenio, el acueducto se perfila
como un parteaguas histórico para la región: una obra símbolo de voluntad
institucional frente a una deuda social largamente postergada por los gobiernos
neoliberales.
Porque el
agua no solo es un recurso: es un derecho y un factor de justicia social. La
región del Mayo no puede seguir viviendo entre el rezago y la incertidumbre
hídrica. Urge pasar de las soluciones emergentes a una política integral de
largo plazo, donde la inversión en infraestructura no sea solo promesa de
campaña, sino legado tangible. El tiempo de la improvisación se agotó; hoy,
garantizar agua para todos es sinónimo de gobernar con responsabilidad.
Por su atención gracias.
Copyright ©, 2025
Derechos
de autor 2025RaúlCampoy