Navojoa, Sonora, 11 de julio de 2024. En
el marco de los festejos por el 101 aniversario de la ciudad, el connotado
antropólogo e historiador Lombardo Ríos Ramírez ofreció una conferencia
magistral titulada “Ciudad de Navojoa, génesis y desarrollo”. El evento tuvo
lugar en el Salón Presidentes de Palacio, bajo la coordinación de la Dirección
de Educación y Cultura, en colaboración con el Museo Didáctico Comunitario
Hu-tezzo.
El alcalde Jorge Alberto Elías Retes respaldó las
actividades conmemorativas, que también incluirán un evento artístico-cultural
en el Hu-tezzo. La conferencia fue atestiguada por el director de Educación y
Cultura, Julián Moroyoqui Campoy, la síndica Griselda Soto y Javier Ayala
Partida, miembro del Seminario de Cultura Mexicana Corresponsalía Navojoa, así
como funcionarios y ciudadanos de diversos sectores sociales.
Ríos Ramírez trazó la historia de Navojoa desde
sus orígenes hasta su estado actual, destacando su singularidad como una ciudad
rica en cultura y en pleno desarrollo. La identidad de Navojoa, según el
antropólogo, está arraigada en la etnia Mayo, y sus legados arquitectónicos,
como el Museo Regional del Mayo y la Canaco del Mayo, siguen en pie.
El teatro auditorio municipal “Romeo Gómez
Aguilar” y los cuatro museos existentes preservan y difunden el patrimonio
cultural de la ciudad. Ríos Ramírez concluyó: “Navojoa enfrenta retos y
obstáculos, pero también tiene un magnífico futuro. A través de su sirena del
Mercado, dice: aquí somos, aquí estamos, aquí vivimos”. Además, recordó el
fenómeno migratorio mundial que influyó en la formación de grupos sociales en
la región.
Ríos Ramírez rememoró el fenómeno migratorio
mundial que influyó en la formación de grupos sociales, etnias y mezclas de
razas. En el caso de Navojoa, la llegada de la religión católica mediante la
evangelización a los indígenas dejó una huella profunda en su historia.
Los cahítas, extendidos en el sur de Sonora,
marcaron su presencia a lo largo del río Mayo, donde aún se encuentran ruinas
grabadas con petroglifos y otros santuarios culturales. En 1614, el explorador
Pedro Mendoza fundó la Misión de Santa Catalina de Camoa y otra en Tesia, dando
paso a la Santa María de la Natividad, que posteriormente se simplificó a
Navojoa.
Los jesuitas desempeñaron un papel crucial como
impulsores del sistema productivo agrícola entre los pueblos mayos, aunque
fueron expulsados en 1767 por órdenes del reinado español.
Las épocas revolucionarias también dejaron su
marca en Navojoa. En 1907, se inauguró la estación del ferrocarril, y en 1914,
una gran inundación trasladó el grupo poblacional y los poderes gubernamentales
de Pueblo Viejo al corazón de lo que hoy conocemos como el centro de Navojoa.
La ciudad, con sus retos y obstáculos, mira hacia
un magnífico futuro. A través de su historia, cultura y patrimonio, Navojoa
sigue diciendo: “Aquí somos, aquí estamos, aquí vivimos”.