lunes, 22 de julio de 2024

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Reforma 12

·“No es necesario que tomen la carretera para que venga”: Gobernador de Sonora a yaquis

·         La Gente Yaqui y el Compromiso Gubernamental: Un Llamado al Diálogo y la Reflexión

 

Por Raúl Campoy

Navojoa, Sonora, a 22 de julio de 2024.-  Es de suyo conocido que  en días recientes el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo Montaño, se reunió con representantes de la etnia yaqui para abordar las manifestaciones y bloqueos en la carretera federal México 15. Este encuentro ha revelado una realidad que merece ser destacada: el apoyo sin precedentes que los yaquis han recibido tanto del gobierno federal como del estatal.

En este contexto, es pertinente detenernos y reflexionar sobre la importancia de valorar los esfuerzos realizados por el presidente Andrés Manuel López Obrador y el propio Durazo Montaño. Es crucial mirar hacia el pasado para que las generaciones presentes comprendan que no todo ha sido fácil y que los logros actuales son fruto de un arduo trabajo y compromiso.

Históricamente, las interacciones entre los gobiernos y las comunidades indígenas han estado marcadas por tensiones y conflictos. A diferencia de los enfoques brutales del pasado, donde mandatarios como Porfirio Díaz optaban por fusilar a los yaquis para deshacerse de ellos.

En sentido retroactivo, la frase "Mátalos en caliente"  atribuida a Porfirio Díaz, pareciera que   ha quedado en el olvido; sin embargo, conviene  recordarla a los  yaquis, a fin de que  hagan  una comparación entre el gobierno represivo  de Díaz y el de  López Obrador y Montaño Durazo.

La frase en referencia  fue utilizada por Díaz  en  un telegrama dirigido al general Luis Mier y Terán, comandante militar de Veracruz, el 25 de junio de 1879. Esta orden se emitió en el contexto de un intento de insurrección en Veracruz, donde Díaz instruyó a Mier y Terán a fusilar a varios individuos que estaban involucrados en un movimiento revolucionario que buscaba un régimen democrático, sin el debido proceso judicial.

La expresión refleja un enfoque autoritario e inhumano del gobierno de Porfirio Díaz, que era característico de su régimen, donde se priorizaba la eliminación rápida de la oposición, a menudo sin juicio ni consideración de derechos humanos. En la administración actual se ha establecido un diálogo abierto y un plan de justicia que busca atender las necesidades de los pueblos originarios.

El plan de Justicia Yaqui, es el mejor ejemplo del buen trato que   ha recibo la etnia por parte de los gobiernos de la Cuarta Transformación, incluso  es histórico  y no tiene precedentes. “NO RECONOCERLO NI VALORARLO ES  DE HOMBRES NECIOS Y DESAGRADECIDOS, SE LOS  DICE Y LO REDACTA EN  MAYÚSCULAS Y EN  NEGRITAS EL RESPONSABLE DE ESTE ARTÍCULO”.

En esta tesitura, resulta vital que los miembros de la comunidad yaqui reconozcan el esfuerzo de las autoridades, en lugar de caer en la trampa de la confrontación y la guerra. Esos tiempos han quedado atrás, incluso,  los yaquis, en pleno siglo 21 hoy cuentan entre sus filas con individuos que han cursado incluso una licenciatura y que dada su educación, están conscientes que hoy se vive un tiempo en el que la estrategia del diálogo y la colaboración se presenta como la vía más constructiva. Este cambio ingente en su composición social debe ser una señal clara: los tiempos actuales son de reflexión, no de imposición.

El gobernador Alfonso Durazo Montaño, hizo eco de una verdad invaluable: el cierre de carreteras no debería ser la única vía para motivar la atención gubernamental. Así mismo, el planteamiento del gobernador sobre la necesidad de no afectar a la sociedad en general resuena con la lógica de construir juntos un entorno de paz y desarrollo.

A través del plan de justicia yaqui, se han logrado avances significativos que, aunque lentos, han comenzado a cambiar las condiciones de vida de estos pueblos. El gobierno ha trabajado en temas cruciales como vivienda, educación, salud y acceso  a tierras y al agua, además de atender otros problemas que han afectado a la comunidad yaqui durante décadas. (El imparcial https://tinyurl.com/m67btywz ).

Del mismo modo, es fundamental entender que los problemas históricos no se resolverán de un día para otro. La administración actual ha heredado rezagos que requieren tiempo y paciencia para abordarse adecuadamente. Así mismo, el llamado a dejar las acciones que afectan a la sociedad en su conjunto es más que pertinente. Las comunidades indígenas y la sociedad en general deben trabajar juntas para lograr una convivencia armónica y pacífica.

En este contexto, es igualmente necesario que los representantes de la comunidad yaqui reevalúen su postura. La historia demuestra que la resistencia a la colaboración puede llevar a situaciones desastrosas. La verdadera fortaleza de un pueblo radica en su capacidad para dialogar y construir puentes en lugar de muros.

Del mismo modo, la crítica constructiva juega un papel fundamental aquí. Apreciar el apoyo brindado por el gobierno no significa renunciar a la reivindicación de sus derechos; significa reconocer que las soluciones no llegarán de la noche a la mañana, sino a través de un esfuerzo conjunto. Así mismo, el planteamiento del gobernador  Durazo Montaño sobre la necesidad de no afectar a la sociedad en general resuena con la lógica de construir juntos un entorno de paz y desarrollo.

 En conclusión, el apoyo inédito de Andrés Manuel López Obrador y Alfonso Durazo Montaño hacia la comunidad yaqui es digno de reconocimiento. Se están dando pasos firmes hacia la solución de problemas históricos, pero es imperativo que los yaquis entiendan que el camino hacia una resolución efectiva no implica medidas que alteren el orden público.

El futuro debe orientarse hacia el diálogo, hacia la colaboración, y no hacia el conflicto. La convivencia armónica es el verdadero reto de nuestra época y es responsabilidad de todos lograrla.

Por su atención gracias.      

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