Reforma 12
Claudia Sheinbaum: Un Mandato de Cambio y Responsabilidad
Por
Raúl Campoy
Navojoa, Sonora, a 17 de junio de 2024.- En las recientes elecciones, los mexicanos se expresaron con contundencia al otorgar a Claudia Sheinbaum una victoria aplastante. La coalición encabezada por Morena también obtuvo una amplia mayoría en el Congreso, lo que refleja un respaldo claro a las reformas prometidas.
Desde
ahora, no hay espacio para titubeos ni vacilaciones. Las campañas sucias y el
miedo ya no asustan al electorado. Claudia Sheinbaum recibió casi 36 millones
de votos (exactamente 35, 924,519) y cerca del 60% de los electores (59.7594
exactos). Este triunfo masivo le otorga la responsabilidad de cumplir con la
agenda de continuidad con cambio que ofreció al país, mejor conocida como el
segundo piso de la 4T.
La
confianza depositada en la exjefa de gobierno de la Ciudad de México trasciende
estratos sociales. Empresarios, financieros y comerciantes, conscientes de que
el bienestar de todos depende de atender primero a los más vulnerables, confían
en el liderazgo de Sheinbaum,
en el sentido de que debe conducir el país con sabiduría, templanza
y oficio político. De ello no hay la
menor duda, a la Jefa electa del
Ejecutivo Federal, le caracteriza la inteligencia y la humildad.
Sin
embargo, esta responsabilidad no recae solo en ella. Los legisladores también
deben actuar con prudencia y evitar protagonismos que puedan sabotear los
cambios necesarios. Aunque es normal que surjan resistencias, especialmente de
las élites oligárquicas, es deber del poder persuadir mediante una deliberación
amplia e incluyente.
El
PAN y el PRI, en su poder constitucional, han quedado obsoletos e irrelevantes.
El mandato popular exige transformaciones, y Claudia Sheinbaum tiene la
oportunidad de liderar un México más justo y equitativo. El país espera que no
titubee y cumpla con la confianza depositada en ella.
En
México, las unanimidades han dado paso al pluralismo. La sociedad, a través de
su voto, configura mayorías que pueden cambiar en elecciones futuras. Por lo
tanto, es crucial cumplir con las promesas realizadas, de lo anterior existen
muchos ejemplos, uno de ellos es la desaparición de partidos políticos
como le sucedió este año al PRD.
El
resultado del 2 de junio representa un mandato civilizatorio; aunque se obtuvo
dentro de las reglas e instituciones creadas por partidos que ya no son
mayoría, la nueva mayoría, aún más grande que la de hace seis años, debe
consolidar un auténtico régimen democrático.
La
voluntad popular, expresada en una mayoría, no es autoritaria, es un poder
constitucional legítimo que debe utilizarse con transparencia y sin
arbitrariedades. La intolerancia debe dirigirse únicamente hacia la corrupción
y la impunidad. La manifestación del pueblo a través del voto apabullante y
conocido en el argot político como carro completo en base a una cifra sin precedentes en
la historia moderna de México ya
que la candidata emanada de MORENA
obtuvo exactamente (35, 924,519) y cerca del 60% de los electores la
respaldaron le permitirá a ella y a los
legisladores cumplir con el Plan C.
Para
lograrlo no habrá impedimento alguno en
virtud que, tiene en sus manos el Plan C el cual consiste básicamente asegurada
la mayoría calificada en el Congreso de la Unión, llevar a cabo una serie de
reformas antes de concluir el sexenio.
Algunos cambios que se apoyan en el Plan C incluyen modificaciones a leyes secundarias, como la Ley General de
Instituciones y Procedimientos Electorales, la Ley General de Partidos
Políticos y la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación.
La
reforma al Poder Judicial, aunque genera preocupación en ciertos círculos,
busca garantizar que la justicia sea accesible para todos, no solo para quienes
puedan comprarla, como ocurre en el
actual sistema judicial. El objetivo es
crear un poder autónomo, independiente del Ejecutivo y de los poderes fácticos,
tanto nacionales como extranjeros. La soberanía nacional es fundamental.
Diferente
a otros casos, la reforma se planteó abierta y claramente a lo largo y ancho
del país. No se repitió el engaño de campañas pasadas. Algo totalmente
diferente a lo que propusieron Felipe Calderón con la guerra contra el
narcotráfico y Enrique Peña Nieto con la
privatización del petróleo y Vicente Fox
junto a Felipe Calderón, expresidentes que con sus acciones no cumplieron a cabalidad a los mexicanos
y en consecuencia se encargaron de hundir al PRI y al PAN, el voto de las mayorías se los recordó el pasado 2 de
junio y evidenció que el pueblo no es tonto.
Claudia
Sheinbaum y la coalición Juntos Haremos Historia tienen la responsabilidad de
implementar los cambios necesarios para incluir a millones de mexicanos en el
desarrollo y erradicar la pobreza, comenzando por la extrema. Este mandato
popular también exige un enfoque sin precedentes en la educación y la salud;
además, aplicar la justicia en el combate al crimen común y de
cuello blanco. Para lograrlo no habrá impedimento alguno en virtud que, tiene
en sus manos el plan C
La
primera presidenta electa en la historia
moderna de México, en base al mandato popular tiene la oportunidad de liderar
un México más justo y equitativo, junto a ella deben trabajar parejo, diputados federales, senadores, gobernadores,
y ayuntamientos electos, por ende, los ciudadanos esperamos que cumpla con la confianza depositada en
ellos.
Por su atención gracias.
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