lunes, 7 de diciembre de 2020

Columna de Raul Campoy Robles


Reforma 12

·         Diciembre, un mes para reflexionar

·         2020, retos y desafíos

·         No bajar guardia ante COVID-19

·         El esfuerzo de los 3 niveles de gobierno

Por Raul Campoy Robles

Web: www.nuestraimagencrr.blogspot.com

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Navojoa, Sonora a 7 de Diciembre de 2020.- Arribar al mes de diciembre tiene un significado  distinto al resto de los meses del año que está por terminar; es conocido de suyo públicamente que el 2020 representó un gran desafío  en todas nuestras actividades y que gradualmente hemos superado  los retos que se nos presentaron, de manera particular  al enfrentar la pandemia por el COVID-19.

Del mismo modo, a querer y no, hemos aprendido a trabajar en equipo para hacer frente a las adversidades, frente a nuevos  modelos de enseñanza y aprendizaje; y nos dimos cuenta que la educación va más allá de las aulas y que, apoyados en la tecnología desde el confinamiento  también estamos dando la pelea al nuevo coronavirus.

En este contexto es importante que los sonorenses se mantengan unidos a la convocatoria que en días recientes hizo la  gobernadora CLAUDIA PAVLOVICH ARELLANO, al convocar  a los tres niveles de gobierno y sociedad civil a establecer una  alianza para priorizar la vida, la salud y la economía en la segunda reunión del Consejo Estatal de Salud donde se aprobó y suscribió  el acuerdo para llegar al semáforo verde en el corto plazo, incluso con el esfuerzo conjunto podría celebrarse una navidad  como  la de años anteriores.

A la fecha no se tiene  una vacuna segura para combatir y mitigar el poder  letal del patógeno, pero no  se debe echar en saco roto el esfuerzo de los tres niveles de gobierno para  evitar contagios y muertes que por desgracia han sufrido  muchas familias. Es cierto que se lucha contra un enemigo invisible, pero el poder  de evitarlo, prevenirlo  y combatirlo está en cada uno de nosotros; no toda la responsabilidad la tiene el gobierno federal, estatal y municipal, de eso no cabe la menor duda.

Es en esta área donde  la educación para la salud  juega un papel insoslayable, recodemos que en pleno siglo XXI, México se encuentra en una etapa decisiva en lo que respecta a la educación al conjugar dos grandes posibilidades: la social  y la académica, donde se hace necesario redoblar esfuerzos en todos los niveles; es aquí donde  es importante hacer un alto y voltear  hacia la educación para la salud a fin que se haga realidad a través de asignaturas  no solo en la educación básica como incipientemente  se  imparte desde el presente ciclo escolar la materia Vida  saludable, sino que, se hace necesario en el reto de los niveles educativos.

Diciembre nos recuerda que en la historia de la humanidad, todas las expresiones culturales tienen como referencia ciertas fechas para hacer un alto en el curso de sus actividades, incluso en la guerra, en especial en Navidad y Año Nuevo, donde los hombres aprovechan para convocar a la reconciliación y renovar la esperanza.

 Ahora nos corresponde redoblar esfuerzos y en base a estrategias inteligentes adecuarnos a la  nueva realidad, así sea en semáforo epidemiológico verde, así sea  con el apoyo de la vacuna que si bien no es la panacea para el COVID-19 al menos representa una esperanza en medio de la pandemia que ha costado la vida a millones de personas a nivel global.

El 2020   ha sido uno de los años más difíciles para los habitantes del mundo entero, donde  los mexicanos y los sonorenses  han sufrido también la crisis económica, y entre otros flagelos la inseguridad pública, injusticia, corrupción, pobreza extrema, violencia en todos sus aspectos, entre otros que derivan de una crisis de valores humanos que por desgracias tiene su origen en la familia.

Nunca será demasiado tarde para apoyar a los tres niveles de  gobierno partiendo desde la familia, primera institución que resulta afectada  por la crisis de valores que se ve evidenciada en muchas de las familias en la presente época decembrina, cuyo significado en especial para los jóvenes y no tan jóvenes  parece ignorarse por completo  dedicándose  a festejar con tremendas borracheras en un ambiente  insano y con escenas violentas; un fin muy distinto al verdadero origen de la fiesta navideña que sin duda es  celebrar   el nacimiento de Jesús.

 Por su atención, gracias.