Reforma 12
*Alimentación
durante Cuaresma
*Raúl
Campoy Robles
Navojoa, Sonora. 27 de
Febrero de 2020.- La alimentación sana y equilibrada no puede
descuidarse en ninguna época del año, sobre todo cuando se celebrar
se trata; recién quedaron atrás las fiestas decembrinas
y ya inició la Cuaresma cuyo periodo litúrgico comienza el miércoles de ceniza
y marca el periodo de reflexión
y preparación para la Semana Santa.
Contrario a lo que
significa realmente la cuaresma, la gran mayoría de las
personas aprovechan esta para celebrar
vacaciones, festejar en la playa, en el río o en la
montaña descuidando la alimentación y el consumo
de bebidas alcohólicas cuyo contenido energético viene a sumarse
al adquirido en el mes de diciembre y por consecuencia aparece el temido
sobrepeso y la obesidad, o en el peor de los casos se incrementa esta
condición.
La
presente época del año no debe ser motivo para descuidar la
alimentación equilibrada y sana ya que en el mercado
existe una gran variedad de alimentos que pueden disfrutarse sin
abandonar el principio de balancear la comida, dejando por un
lado el consumo de grandes cantidades de carbohidratos y grasas, es
decir, estos grupos de alimentos han de consumirse
con moderación y bajo las recomendaciones nutricionales
establecidas.
Es
conveniente recordar que, los malos hábitos alimenticios se
acentúan en los días de asueto y en periodos
vacacionales como son: la cuaresma, el verano, y de invierno
para celebrar la navidad, el fin de año y el año nuevo, sin dejar de
mencionar naturalmente toda festividad con motivo de cumpleaños,
jubilaciones, graduaciones, nacimientos,
quince años, bodas, divorcios, entre otros acontecimientos en donde se
reúne la familia, los amigos y compañeros de trabajo donde los
alimentos y las bebidas no faltan.
Para
muchos comensales el solo hecho de pensar en disminuir la ingesta
de alimentos y bebidas con alto contenido energético como son
los refrescos, la cerveza, vinos y licores les produce ansiedad
y, en lugar de adoptar hábitos alimenticios
sanos hacen todo lo contrario. Un ejemplo claro es la cuaresma
donde abundan los alimentos chatarra, el refresco y el alcohol, por
mencionar algunos.
Sin
embargo, no es imposible disminuir al menos gradualmente, el
consumo de carnes rojas cuyo contenido en lípidos y
colesterol es mucho mayor al de las carnes
blancas como las del pollo, el pescado y el marisco que aun
cuando se encuentran entre los alimentos más buscados
para la preparación de platillos no son preferidos
por muchos consumidores. Del mismo modo es conveniente
incrementar el consumo de alimentos de origen vegetal, sobre
todo en la preparación de ensaladas frías.
Así
mismo, es aconsejable no olvidar la importancia del Plato del Bien Comer
ya que permite combinar los diferentes grupos de
alimentos para lograr una alimentación equilibrada y saludable y,
aun cuando esta herramienta no incluye el agua no conviene
olvidar la hidratación consumiendo al menos dos litros
del vital líquido; claro está que la ingesta ha de variar
según la edad, actividad física y estado patológico del consumidor.
Entre
otros beneficios, la alimentación balanceada ayuda a la población a evitar
problemas de salud como las dislipidemias -colesterol y triglicéridos altos-
que van dañando las paredes de las arterias que podrían generar un infarto al
corazón o un derrame cerebral.
Para
finalizar este espacio y a manera de síntesis es importante subrayar
que la sana alimentación ha de practicarse durante todo
el año y no olvidarse en días de asueto o vacaciones como en la presente
cuaresma donde también se hace a un lado la
práctica del ejercicio físico.
Por su atención gracias
Lic. En Nutrición Humana
egresado de la Universidad Estatal de
Sonora, (UES) Unidad Académica Navojoa.