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*Las Fiestas del Espíritu Santo
Por Raúl Campoy Robles
NAVOJOA, SONORA. 9 Junio 2011.- La etnia mayo considerada en su gran mayoría de religión católica celebran a lo largo del año una serie de festividades entre las que sobresalen Semana Santa, La Santa Cruz, Virgen de Guadalupe y El espíritu Santo o Santísima Trinidad, cuyos festejos de ésta última tendrán lugar en Etchojoa y El Júpare, Huatabampo este y el siguiente fin de semana.
Las fiestas de la Santísima Trinidad, también conocidas como la celebración del Espíritu Santo se celebran en la región del mayo alrededor de 70 años, años más años menos. No obstante el paso del tiempo éstas cada vez son más concurridas por visitantes de la región del mayo y municipios de otros estados del país, situación que las convierte en importante polo turístico que deriva en una derrama económica para el comercio establecido y ambulante.
Este año, de no suceder otra cosa, las festividades continuarán. No obstante, hasta el momento existe el riesgo de que se suspendan, lo que marcaría un suceso sin precedentes en la región del mayo. Y es que desde el 2008 tanto en Etchojoa como en El Júpare grupos antagónicos encabezados por quienes se autodenominan gobernadores tradicionales se han disputado el control de la iglesia indígena.
El conflicto cuya solución habrá de darse al interior de la etnia mayo, pareciera que ha entrado en un compás de espera y que la fiesta tradicional será celebrada sin contratiempos. Ante la situación los ayuntamientos de Etchojoa y Huatabampo han reiterado que no tienen ingerencia en los usos y costumbres del grupo. Sin embargo, los Directores de Seguridad Pública Isac Apodaca Lauterio y Héctor Clark Valenzuela se mantienen a la expectativa y sólo actuarán, en caso de que se registren conatos de violencia y de ser necesario solicitarán el apoyo de otras corporaciones policíacas.
No obstante los grupos indígenas han promulgado hasta el cansancio que los yoris, como ellos nombran a los hombres blancos, no tienen porque decidir en sus tradiciones, a la fecha no han resuelto sus conflictos argumentando que será en base a los usos y costumbres de la etnia mayo, pero no dicen cómo ni cuando. Los resultados del conflicto que pone en entredicho su organización tiene en riesgo la suspensión de las festividades que datan de principios del siglo XX y que denota que el comité de la iglesia más allá de sus tradiciones, se aprovecha de éstas para hacerse de recursos económicos que difícilmente se haría por otro medio. El pleito que pareciera permanecer por los siglos de los siglos, no tiene otra explicación.
Lo que tampoco mencionan los autonombrados gobernadores mayos es el destino de los recursos que se cobra a los visitantes por ingresar a la comunidad El Júpare, tal como sucede en Semana Santa para acceder a los balnearios de la región. Lo cual no debiera suceder ya que se violentan las garantías individuales y el libre tránsito de los mexicanos en su propio territorio.
Si las autoridades competentes no prohíben al comité el cobro de acceso, en cualquier momento se les va ocurrir instalar una caseta de cobro, pareciera vacilada pero todo apunta hacia allá. El comentario debe llevar a la reflexión pues no es posible que se pague por circular en nuestro propio territorio. Incluso a los propios habitantes de El Júpare se les cobra por acceder a su lugar de origen. En pocas palabras es un insulto a la inteligencia de propios y extraños.
Si bien el comité de vecinos de El Júpare es el responsable de dichos cobros, también es el responsable de los bailes que por motivo de la fiesta de la Santísima Trinidad y otros festejos celebran en diferentes fechas, donde el factor dinero siempre está presente y cuyo estado de cuentas, es decir, pérdidas o ganancias no se dan a conocer públicamente, cuando debería hacerse ya que los habitantes de esta comunidad eligieron al comité para alcanzar mejores niveles de bienestar social y no para que se burlen de ellos y les vean la cara de tonto. Por el bien de El Júpare un informe al final de cada festejo o cada año evitaría la especulación como se ha venido haciendo al paso de los años. Sino, al tiempo.
Por donde se le quiera ver la realidad del conflicto es precisamente el dinero, los acontecimientos así lo revelan. De lo contrario si se aplicara el tan llevado y traído usos y costumbres la celebración se llevara a cabo en paz y cada año los indígenas eligieran a sus representantes como debe hacerse. Sin embargo, los tradicionales festejos desvirtuados por el poder económico en muchas de las veces pareciera llevar a los responsables a olvidar el porqué de tan importantes fiestas tradicionales.
Según la Santa Iglesia, el Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad, un solo Dios, tres personas Divinas. La iglesia indígena de Etchojoa y el Júpare , así como los visitantes en general cada año son testigos fieles de la visión yoreme del mundo, así como sus creencias y prácticas religiosas que en la actualidad constituyen una amalgama de culto propio de la etnia con múltiples adaptaciones de la fe católica .
Sus prácticas religiosas se organizan en entorno a centros ceremoniales, en las que con meses de anticipación se delegan cargos designados por las autoridades religiosas bajo un sistema de compromiso, mediante promesas y mandas, retribuidas con el favor o la gracia Divina. Un recorrido de aproximadamente 15 kilómetros constituye una de las promesas, es decir, caminar desde El Júpare hasta Etchojoa y viceversa. Operativo en el que participan diferentes organizaciones de auxilio como son; Cruz Roja, Bomberos y protección civil además de policía y tránsito, cuyo saldo se espera sea en blanco.
Por su atención gracias.