domingo, 12 de junio de 2011

*Las Fiestas del Espíritu Santo



NUESTRA IMAGEN.

*Las Fiestas del Espíritu Santo

Por Raúl Campoy Robles

NAVOJOA, SONORA. 9 Junio 2011.- La etnia mayo considerada en su gran mayoría de religión católica celebran a lo largo del año una serie de festividades entre las que sobresalen Semana Santa, La Santa Cruz, Virgen de Guadalupe y El espíritu Santo o Santísima Trinidad, cuyos festejos de ésta última   tendrán lugar en Etchojoa y El Júpare, Huatabampo este y el siguiente fin de semana.

Las fiestas de la Santísima Trinidad, también conocidas como la celebración del Espíritu Santo se celebran en la región del mayo alrededor de 70 años, años más años menos. No obstante el paso del tiempo éstas cada vez son más concurridas por visitantes de la región del mayo y municipios de otros estados del país, situación que las convierte en importante polo turístico que deriva en una derrama económica  para el comercio establecido y ambulante.

Este año, de no suceder otra cosa, las festividades continuarán. No obstante, hasta el momento existe el riesgo de que se suspendan, lo que marcaría un  suceso  sin precedentes en  la región del mayo. Y es que desde el 2008 tanto en Etchojoa como en El Júpare  grupos antagónicos encabezados por quienes se autodenominan gobernadores  tradicionales  se han disputado el control  de la iglesia indígena.

El conflicto  cuya solución habrá de darse al interior   de la etnia mayo, pareciera que  ha entrado en un compás de espera y que  la fiesta tradicional será celebrada sin contratiempos. Ante  la situación  los ayuntamientos de Etchojoa y Huatabampo   han reiterado   que no tienen ingerencia en  los usos  y costumbres del grupo. Sin embargo, los Directores de Seguridad Pública Isac Apodaca Lauterio y Héctor Clark Valenzuela  se mantienen  a la expectativa y sólo actuarán, en caso de que  se registren conatos de violencia y de ser necesario solicitarán  el apoyo de otras corporaciones policíacas.

No obstante los grupos indígenas han promulgado hasta el cansancio que  los yoris, como ellos nombran a los hombres blancos, no tienen porque  decidir en sus tradiciones,   a la fecha no han resuelto sus conflictos  argumentando que  será en  base a  los usos y costumbres de la  etnia mayo, pero no dicen cómo   ni cuando. Los resultados del conflicto que pone  en entredicho su organización tiene en riesgo  la suspensión de las festividades que datan de principios  del siglo XX  y que denota que  el comité de la iglesia más allá de sus tradiciones, se aprovecha de éstas para  hacerse de recursos económicos que difícilmente se  haría  por  otro medio. El  pleito que pareciera permanecer por  los siglos de los siglos, no tiene otra explicación.

Lo que tampoco  mencionan los  autonombrados  gobernadores mayos es el destino de los  recursos que se cobra a los  visitantes por ingresar a la comunidad El Júpare, tal como sucede  en Semana Santa para acceder a los balnearios de  la región. Lo  cual no debiera suceder ya que se violentan las garantías individuales y el libre tránsito de los  mexicanos  en su propio territorio.  

Si  las autoridades competentes no prohíben  al comité el cobro de acceso,  en cualquier momento se les  va ocurrir instalar una caseta de cobro, pareciera vacilada pero  todo apunta hacia allá.  El comentario  debe llevar a la reflexión  pues no es posible que   se pague por  circular en  nuestro propio territorio. Incluso a los  propios habitantes de El Júpare se  les cobra  por acceder  a su lugar de origen. En pocas palabras es un insulto a la inteligencia de propios  y extraños.

 Si bien el comité de vecinos de El Júpare es  el responsable de dichos cobros, también es el responsable de  los  bailes que  por motivo de la fiesta de la Santísima Trinidad y otros festejos  celebran  en diferentes  fechas, donde el factor dinero siempre está presente y  cuyo estado  de cuentas, es decir, pérdidas o ganancias no  se dan a conocer públicamente, cuando  debería hacerse ya que los habitantes de esta comunidad  eligieron al comité para  alcanzar  mejores niveles de bienestar  social y no para que se burlen  de ellos y les vean la cara de tonto. Por  el bien de El Júpare   un informe al final de cada festejo  o cada año  evitaría  la especulación como se ha venido haciendo al paso de los años. Sino, al tiempo.

Por donde  se le quiera ver la realidad del conflicto es precisamente el dinero,  los acontecimientos así lo revelan. De lo contrario si  se aplicara el tan llevado y traído usos y costumbres  la celebración se llevara a cabo en paz y cada año los indígenas eligieran a  sus representantes como debe hacerse. Sin embargo,  los tradicionales festejos  desvirtuados por   el poder económico  en  muchas de las veces pareciera llevar a los responsables  a  olvidar  el porqué  de  tan importantes  fiestas tradicionales.

Según la Santa Iglesia, el Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad, un solo Dios, tres personas Divinas. La iglesia indígena de Etchojoa y el Júpare , así como los visitantes en general cada año son testigos fieles de la visión yoreme del mundo, así como sus creencias y prácticas religiosas que en la actualidad constituyen una amalgama de culto propio de la etnia con múltiples adaptaciones de la fe católica .

Sus prácticas religiosas se organizan en entorno a centros ceremoniales, en las que con meses de anticipación se delegan cargos designados por las autoridades religiosas bajo un sistema de compromiso, mediante promesas y mandas, retribuidas con el favor o la gracia Divina. Un recorrido de aproximadamente 15 kilómetros constituye una de las promesas, es decir, caminar desde El Júpare hasta Etchojoa y viceversa. Operativo en el que participan diferentes organizaciones de auxilio como son; Cruz Roja, Bomberos y protección civil además de policía y tránsito, cuyo saldo se espera  sea  en blanco.

 Por su atención gracias.