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El Lavado de
las Manos
* Raúl Campoy
Robles
Navojoa, Sonora 21 de Julio de 2015.- El método
más conocido y sencillo para evitar la transmisión de microorganismos de
una persona a otra y en la preparación y manejo de los alimentos es el lavado de las manos.
El Código de Alimentos exige que todos los
empleados de la industria alimenticia
mantengan limpias sus manos y la
parte expuesta de sus brazos. Sin embargo, no siempre se respeta el protocolo
que exige la Organización Mundial de la
Salud (OMS), en virtud que se estima que una de cada tres personas no se lava las
manos regularmente, incluso luego de usar el
baño.
Conviene citar que no solo los manipuladores de alimentos pueden
convertirse en un foco de contaminación de éstos, sino también los profesionales
sanitarios y su entorno donde proliferan microoganismos (gérmenes) responsables de
enfermedades gastrointestinales, y de otras enfermedades. Los virus, parásitos,
hongos y bacterias pueden estar presentes en el agua, las
frutas, verduras, cereales, productos lácteos y cárnicos, entre otros.
Las enfermedades transmitidas por
alimentos son uno de los problemas de salud pública que se presentan con más
frecuencia en la vida cotidiana de la
población. Estas enfermedades tienen su origen
en el acto mismo de manipular los alimentos en cualquiera de las etapas
de la cadena alimentaria, desde la producción primaria hasta el consumidor. Además del impacto en la salud pública la contaminación de los alimentos tiene efectos económicos derivados del desprestigio
de los negocios de comida y de la
calidad de sus trabajadores lo cual dicho sea de paso, significa una pérdida de confianza
de la gente y por consecuencia un perjuicio para todos incluyendo la pérdida
de fuentes de empleos.
No obstante, las autoridades en todo lugar, tienen reglamentos
sanitarios que hacen obligatorio la observación de normas referidas al manejo
higiénico de los alimentos: para el caso de los establecimientos que producen,
elaboran o distribuyen alimentos, estas normas se refieren al cumplimiento de
lo que se conoce como las Buenas Prácticas de Manufactura, que deben ser entendidas
como medidas preventivas de aplicación simple y habitual.
Para el caso de los manipuladores, estas normas establecen requisitos
para ejercer el oficio de manipulador de alimentos, entre otros, la necesidad de
realizar un curso de capacitación en el manejo higiénico de alimentos. El
asimilar y poner en práctica los conocimientos para la prevención de las enfermedades
causadas por el mal manejo de los alimentos en todas las etapas de la
elaboración, ayudará al manipulador no sólo a evitar esas enfermedades sino que
también le evita el tener que tirar alimentos por alteración o putrefacción.
¿Cuál es el modo correcto de lavarse las manos?
Los
siguientes cuatro pasos lo ayudarán a asegurarse de que sus manos están lavadas
del modo apropiado: Mójese las manos con agua tibia y corriente y aplique jabón
líquido, en polvo o en barra. También es útil el uso de alcohol en gel.
Frótese las manos enérgicamente y refriegue
todas las superficies. Límpiese debajo de las uñas y entre los dedos.
Continúe
refregando por 20 segundos, lo que ayuda a sacar y eliminar la suciedad y los
gérmenes es el jabón junto con la acción de refregar. Enjuáguese bien bajo agua
corriente y séquese las manos usando un método adecuado, es decir, toallas
desechables individuales; un sistema de toalla continuas que proporcione al
usuario toallas limpias; o un dispositivo de aire caliente.
Por razones de espacio se recomienda al lector dar lectura al procedimiento operativo
estándar del lavado de las manos para un servicio de cocina cuyo propósito
es prevenir las enfermedades
alimenticias. Entre las recomendaciones
generales para el propósito de esta
columna enumero las siguientes: mantener las uñas cortas y sin esmaltes,
facilitando así la limpieza de las mismas; no usar anillos, relojes ni pulseras
que actúan como reservorio de gérmenes dificultando la limpieza de manos y muñecas y
utilizar jabones de lavado con lanolina o cremas hidratantes de manos para aumentar la integridad y resistencia de la
piel, disminuyendo la posibilidad de
contaminación por gérmenes.
Por
su atención gracias.
·
Lic.
En Nutrición Humana por la Universidad Estatal de Sonora, Unidad Académica
Navojoa.