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Raúl Campoy R. Nutriólogo |
· Alimentación durante Cuaresma
Raúl
Campoy Robles
Navojoa, Sonora. 18
Febrero de 2015.- La alimentación sana y
equilibrada no puede descuidarse en
ninguna época del año, sobre todo
cuando se celebrar se trata;
recién quedaron atrás las fiestas
decembrinas y ya inicia este 18
de febrero la Cuaresma cuyo periodo
litúrgico comienza el miércoles de ceniza y finaliza el domingo de ramos (29 de
marzo) próximo.
Contrario a lo que significa
realmente la cuaresma, la gran mayoría de las personas
aprovechan esta para
celebrar vacaciones, festejar en la playa, el río o en
la montaña descuidando la alimentación y el
consumo de bebidas alcohólicas cuyo
contenido energético viene a sumarse
al adquirido en el mes de diciembre y
por consecuencia aparece el temido sobrepeso y la obesidad.
La presente época del año no
debe ser motivo para descuidar la
alimentación equilibrada y sana
ya que en el mercado
existe una gran variedad de alimentos
que pueden disfrutarse sin
abandonar el principio de balancear
la comida, dejando por un lado el consumo de grandes cantidades de carbohidratos y grasas,
es decir, estos grupos de alimentos han de
consumirse con moderación y bajo las recomendaciones
nutricionales establecidas.
Es conveniente recordar que,
los malos hábitos alimenticios se
acentúan en los días de asueto y en
periodos vacacionales como son:
la Cuaresma, El Verano, y de invierno
para celebrar la navidad, el fin de año
y el año nuevo, sin dejar de mencionar naturalmente toda festividad con motivo de cumpleaños, jubilaciones, nacimientos, quince
años, bodas, entre otros acontecimientos en donde se reúne la familia, los amigos y compañeros
de trabajo donde los alimentos no faltan.
Para muchos comensales el
solo hecho de pensar en disminuir la
ingesta de alimentos y bebidas con alto
contenido energético como son los
refrescos, la cerveza, vinos y licores,
les produce ansiedad y, en
lugar de adoptar hábitos
alimenticios sanos hacen todo lo contrario. Un ejemplo claro es la
Cuaresma donde abundan los alimentos chatarra, el refresco y el alcohol, por
mencionar algunos.
Sin embargo, no es imposible
disminuir al menos gradualmente, el consumo de carnes rojas cuyo
contenido en lípidos y colesterol
es mucho mayor
al de las carnes blancas como
las del pollo, el pescado y el marisco que aun cuando se encuentran entre los alimentos más
buscados para la preparación de platillos no son preferidos por muchos consumidores. Del mismo modo es
conveniente incrementar el consumo de
alimentos de origen vegetal,
sobre todo en la preparación de ensaladas frías.
Del mismo modo es aconsejable no olvidar la importancia del
Plato del Buen Comer ya que permite combinar
los diferentes grupos de alimentos
para lograr una alimentación equilibrada y saludable y, aun cuando
esta herramienta no incluye el agua no conviene
olvidar la hidratación consumiendo al menos dos litros
del vital líquido; claro está que
la ingesta ha de variar según
la edad, actividad física y estado
patológico del consumidor.
Entre otros beneficios, la alimentación balanceada ayuda a la
población a evitar problemas de salud como las dislipidemias -colesterol y
triglicéridos altos- que van dañando las paredes de las arterias que podrían
generar un infarto al corazón o un derrame cerebral.
Para finalizar este
espacio y a manera de síntesis es
importante subrayar que la sana
alimentación ha de practicarse durante todo el año y no olvidarse en días de asueto o vacaciones como en la
presente Cuaresma donde también
se hace a un lado la práctica del ejercicio físico.
Por su atención
gracias
Lic. En Nutrición
Humana por la Universidad Estatal de Sonora, Unidad Académica Navojoa.