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Acierto del actual gobierno poner a la pobreza en el centro de la agenda
pública, afirmó el fundador de la Gerencia Social y pionero de la Ética para el
Desarrollo
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La Sedesol desarrolla estrategias muy bien enfocadas, en todo lo
referente a la participación social, señala el asesor especial de la ONU, la
FAO y la OMS
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Deben restituirse todos los derechos que corresponden a los pobres en
una sociedad democrática del siglo XXI, sostuvo
La Cruzada Nacional
Contra el Hambre es un esfuerzo importante del Gobierno de la República para la
construcción de capital social que busca, ante todo, mejorar la dignidad en la
vida de la gente, afirmó Bernardo Kliksberg, asesor especial de la Organización
de las Naciones Unidas (ONU), durante la conferencia magistral “Cómo integrar
con efectividad las empresas y la sociedad civil a las políticas sociales”.
En las oficinas
centrales de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), el experto argentino
destacó como avance importante en la política social del presidente Enrique
Peña Nieto “haber ubicado a la pobreza en el centro de la agenda pública, en
lugar de marginar o desconocer las cifras, con prioridad en la Cruzada Nacional
Contra el Hambre, lo que significa que es un problema que se tiene que abordar
de fondo”.
En la Sedesol, con
Rosario Robles a la cabeza, dijo el también fundador de la Gerencia Social y pionero
de la ética para el desarrollo, se desarrollan estrategias de muy buena
calidad, muy enfocadas en la participación social, que es garante de resultados
y de transparencia en las acciones institucionales.
“Destacaría de la
Cruzada todo lo referente a la participación de la sociedad, a la creación de
consejos sociales, de consejos consultivos; todo lo que es participación ha
demostrado internacionalmente ser muy positivo en la lucha contra la pobreza,
porque la sociedad civil exige,
monitorea, evalúa. Entonces, incorporarla ayuda a que las políticas públicas se
sientan más exigidas y se vayan logrando más resultados”, enfatizó.
Consideró que debe
restituirse la dignidad de los pobres en América Latina, ya que aún son
discriminados y vistos como seres inferiores, a quienes se adjudican falta de
cualidades personales, iniciativa y compromiso, cuando en realidad el problema
“es resultado de un esquema de políticas neoliberales que negaron la pobreza en
un continente potencialmente muy rico”.
Al enfatizar que la
pobreza es una responsabilidad de la sociedad, Bernardo Kiksberg señaló que la
solución pasa por “dar a la política social un enfoque de derechos, ya que no
se está haciendo ningún favor a los
pobres, a quienes sólo se les restituyen los derechos que les
corresponden en una sociedad democrática del siglo XXI, como el derecho a la
alimentación, a la salud y a la educación, entre otros”.
Destacó que el trabajo
de la Sedesol para sacar adelante a los 400 municipios considerados en la
primera etapa de la Cruzada Nacional Contra el Hambre, está bien orientado,
“pero en México, como en otros lugares, hay sectores de riqueza muy concentrada
que no quieren estos cambios, pagar costos por superar la pobreza, ni están
mayormente interesados en el problema”.
Bernardo Kliksberg es
considerado pionero de la ética para el desarrollo, el capital social y la responsabilidad
social empresarial, así como el creador de una nueva disciplina: la gerencia
social. Ha sido asesor de más de 30 países y presidentes de América Latina y
Europa, además de organismos como la ONU, BID, UNICEF, UNESCO, OIT, FAO, OEA y
OPS, entre otros.
Fue director del Proyecto de la ONU para América Latina de Modernización
Estatal y Gerencia Social; director de la Iniciativa Interamericana de Capital
Social, Ética y Desarrollo (BID-Gobierno de Noruega), y asesor principal de la
Dirección del Programa Regional del PNUD para América Latina.