sábado, 15 de diciembre de 2012

Nuestra Imagen


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·        De periodistas

Por Raúl Campoy Robles

 

Navojoa, Sonora.  Dic. 2012.- En fechas recientes distintos periodistas sonorenses  enfrentaron problemas que por causas conocidas de suyo por la opinión pública  son indicativos  de que  los tiempos actuales reclaman de cambios  basados en el profesionalismo, la ética y el respeto a las instituciones  y empresas, pero sobre todo a la dignidad del ser humano.

El primero de ellos  tomado  por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), y que  ha integrado la averiguación correspondiente, se relaciona   con presuntos elementos del ejército mexicano que   cometieron allanamiento  en casa del periodista Víctor Fausto Silva Durán, director del Semanario Periodismo Como es.  El segundo Caso registrado la semana anterior involucró  a un funcionario del gobierno de Sonora y al periodista Luis Alberto Medina, del programa proyecto puente.

Respecto al ilegal cateo del domicilio en referencia el General André Van Lissum, Comandante de la Cuarta Zona Militar en Sonora, solicitó disculpas por la agresión a través del Teniente Coronel  Antonio Franco Pompa,   a Silva Durán, en presencia de Ramón López Piña  delegado  de la CNDH. El caso  aclarado de cierta manera  por el emisario castrense, indica que  los militares  son ajenos a los hechos registrados  el pasado  2 de noviembre, y lo principal, que el periodista no está involucrado en hechos delictivos.

El caso más reciente, involucra  a Javier Alcaraz, coordinador de Imagen Institucional del Gobierno de Sonora quien, de acuerdo a los hechos conocidos en tweeer, internet,  y medios impresos  lanzó ataques personales y comentarios en contra del periodista Luis Alberto Medina, conductor del programa Proyecto Puente, luego de la entrevista radiofónica que éste hizo el pasado miércoles al gobernador Guillermo Padrés, a quien cuestionó sobre corrupción y nepotismo en su administración.

De acuerdo con la organización internacional Article 19,  aunque el mandatario estatal no agradó del todo  algunas de  de las preguntas realizadas en poco más de 45 minutos de conversación, durante los cuales incluso exigió pruebas al comunicador de varias acusaciones de actos de corrupción;  la entrevista se desarrolló en general de manera cordial y respetuosa y Padrés  demostró oficio político. Al final de la emisión, agrega Article 19 en un comunicado, que  la  situación  superó los límites cuando  el funcionario estatal  tronó contra el periodista  a través de tweeter, humillándolo  al referirle el pago por sus servicios, es decir, por promover la  imagen  del gobierno del estado. 

En mi humilde opinión la cosa no  hubiese llegado a mayores si  una vez concluida la entrevista   el periodista  se pone a  investigar las pruebas que  le solicitó el mandatario, y de manera respetuosa se las hace llegar y, en segundo lugar  el funcionario estatal no debió  faltar al respeto y dedicarse solo a trabajar demostrando también oficio político,  sin meterse en camisa de once varas, por decirlo de alguna manera, que al fin esa es su labor, cuidar de la imagen del gobernador sonorense. Faltó mesura  de ambas partes, lo cortés no quita lo valiente señores.

Los casos antes citados, entre muchos documentados en México son indicativos  de que  los tiempos actuales reclaman de cambios estructurales  y toma de conciencia no solo de los reporteros  y las empresas, sino también de las autoridades de los tres niveles de gobierno; solo  así se favorecerá una mayor y mejor participación ciudadana y podrá sostenerse el sistema democrático mexicano.

Por su atención gracias.