*El reto de AMLO
*El reto de los gobiernos emanados de MORENA
*Gobernadora de Sonora ante nuevo escenario político
Por Raúl Campoy
Robles
Navojoa, Sonora 11 de Julio de
2018.- Desde
la presidencia de Lázaro Cárdenas,
México ha contado con
gobiernos de derechas
tradicionalistas y neoliberales, de alternancias que, este 2018 con el triunfo de MORENA permitirá cambiar el curso de la historia con Andrés Manuel López Obrador,
convertido ahora en el primer presidente
de izquierda desde el cardenismo.
El cambio se veía venir desde la víspera, el hartazgo ciudadano se manifestó en la gran
mayoría de los municipios
mexicanos a través de un
voto arrollador que sentará las
bases de lo que será México a
partir de que el sucesor del presidente Enrique Peña Nieto se disponga a
cumplir sus promesas de campaña
para lograr el país que se
ha propuesto, al menos de manera
gradual llevarlo a mayores estadios de
bienestar en un marco de
competitividad internacional.
La alternancia ideológica,
lleva implícita la participación ciudadana,
el votante ha de estar
consciente que no solo votó para
propinar un castigo al actual
sistema de gobierno sino que, también ha
de ser cauto y atento para que López
Obrador cumpla y se gane la confianza de
un pueblo que ha depositado sus esperanzas de cambio en un contexto en donde la palabra
corrupción huele peor que una cloaca y,
representa una fuerte bofetada a la
economía de millones de familias que aún
viven en la pobreza.
Qué decir de millares de trabajadores de los diversos rubros sobre todo de clase media que ya no aguantan un sistema político que siempre prometió y en escasas ocasiones cumplió. Me refiero a obreros, profesionistas y técnicos
que, no obstante sus esfuerzos y formación académica ha visto
minada cada vez más su economía y esperanza de vivir
con decoro y dignidad.
La gran mayoría de los profesionistas
egresados de las distintas universidades no se dedica a ejercer su profesión
por falta de oportunidades en un México que privilegia a unos cuantos. Las reformas estructurales encabezadas por el
presidente Enrique Peña Nieto, no
rindieron los resultados que prometió, al
menos, en el corto plazo. Reza el conocido refrán: para muestra un botón
y es que, la reforma energética lejos de beneficiar la
economía de las familias mexicanas, la
saqueó con el encarecimiento gradual de la gasolina, el diésel, el gas y la
energía eléctrica y por consecuencia de los alimentos y otras mercancías y
servicios.
El problema del huachicoleo pareciera no tener solución; no obstante puede resolverse con la aplicación oportuna
de la ley y la participación de las fuerzas federales que, más que defensoras de los intereses de la nación evidencian corrupción
o miedo a los delincuentes. Que decir de la ola de violencia que azota
todo el país, las estadísticas
hablan por sí mismas para ofrecer
un panorama claro de que la situación que impera
bajo el mandato del presidente Enrique Peña Nieto ha sido peor que la de sus antecesores Vicente Fox y Felipe Calderón, ambos expresidentes de origen panista. En tanto, la
reforma educativa humilló en su orgullo a los docentes mexicanos y a la fecha
ha sido marco de discordia entre el magisterio nacional y las autoridades
federales.
Lo anterior representa, solo un aspecto del hartazgo
de las familias mexicanas en
torno a un sistema de gobierno que durante 78 años ha intentado de manera incipiente lograr que
México despegara hacia mejores niveles de bienestar en todos los
rubros, llámese, económico, político, social y cultural; pero sobre todo económico,
el motor que mueve a los jefes y jefas de familia a buscar el pan de cada día, además de la preparación académica que en consecuencia
permitirá forjar un
mejor futuro a sus hijos, los futuros profesionistas y empresarios de una nación que el pasado primero de julio emuló
una revolución armada.
Si, una revolución ideológica
cuya arma fue la credencial de elector
que permitió votar por un cambio esperanzador que puso muy en alto
el nombre de las instituciones nacionales como el INE y los consejos
estatales y municipales
electorales. En este marco, debo decirlo, los medios de comunicación
desempeñaron un papel muy importante, sin dejar de lado las redes sociales y los portales
electrónicos soportados en internet.
En este contexto Claudia
Pavlovich Arellano, la gobernadora de Sonora, manifestó públicamente su voluntad de continuar trabajando con
respeto institucional a los diferentes
poderes y niveles de gobierno. Sus palabras
las respalda en virtud que su carrera política se ha
desarrollado en un ambiente de pluralidad,
por lo que en esta nueva etapa de la
vida de Sonora, no será la excepción, por el contrario, la jefa del ejecutivo estatal ha de procurar como lo ha hecho desde el principio de su
mandato, mejorar la calidad de vida de los sonorenses.
A nivel de la región del mayo, es importante
destacar que la gran mayoría de los municipios fueron ganados por los candidatos de MORENA, y ya los triunfadores recibieron su constancia de
mayoría por la autoridad electoral
competente. Se informó que solo el PRI
conservó la plaza en Álamos con Víctor Balderrama Cárdenas y la perdió en Huatabampo cediendo la oportunidad al PAN con el abanderado que
ha pasado a la historia de la
Tierra de los Generales por convertirse en ganador de tres campañas
proselitistas continuas, me refiero Ramón Díaz Nieblas, el médico veterinario que ha sabido ganarse las simpatías de los
huatabampenses gracias a su trabajo, responsabilidad y don de gentes.
En Etchojoa el PRI cedió la victoria a MORENA convirtiéndose en alcalde electo Jesús Tadeo
Mendívil; en Navojoa, el PAN se
convirtió en la tercera fuerza política
y cedió el primer lugar a
la maestra Rosario Quintero Borbón, al ser electa por abrumadora mayoría y pasar a la historia de la Perla del
Mayo como la primera mujer electa
emanada de MORENA, partido que por vez primera
arrebató el triunfo al PRI, ahora
convertido en segunda fuerza política.
Ahora los candidatos y candidatas ganadores en los municipios referidos
incluyendo los nuevos diputados
y diputadas locales, la diputada federal por el séptimo distrito,
Hildelisa Gonzáles Morales; los senadores
por Sonora y el presidente
electo, Andrés Manuel López Obrador, han
logrado ganar un lugar en la historia de
la república mexicana y sobre ellos
estarán atentos los ciudadanos que de forma pacífica han
ganado una nueva revolución
mexicana, por llamar de alguna manera al proceso electoral 2018 que marcó la
vida política de México.
La gran mayoría de votantes ya aguantaron lo que tenían que aguantar y
ahora esperan verdaderos resultados de un nuevo gobierno que llegó para lograr el cambio que durante décadas se ha esperado con el
propósito de cambiar la economía de las
familias mexicanas; desde ahora los
nuevos gobernantes con López Obrador a la cabeza no deben olvidar su origen, ni
perder el piso al conducir un gobierno como lo han hecho sus predecesores perredistas,
petistas, de movimiento ciudadano, priistas, panistas y panalistas, porque
de seguir el
mismo camino, el del engaño, el de la simulación, el de patear el bote, el de dejar hacer dejar
pasar.
Como quiera llamarlo el ciudadano que percibirá
desde la víspera que es más de lo mismo y que las nuevas autoridades le han
jugado el dedo en la boca; entonces y luego entonces, habrán de exigir al presidente Andrés Manuel
López Obrador, y con justa razón que cumpla su palabra, de lo contrario será
en las urnas, en el mejor de los casos,
en donde se desahoguen las pasiones
propinando nuevamente un voto de castigo
para ceder la oportunidad al candidato
o candidata que sigue. En tanto,
que los nuevos gobernantes aprovechen esta oportunidad para cambiar para bien
la historia de la república mexicana. Al menos
un sexenio les permitirá sentar las bases del futuro del México que todos
los mexicanos sueñan en el marco constitucional.
Amables lectores, el país ya no
está para experimentar con gobernantes que prometen mucho y hacen poco, o no hacen nada, México reclama de
gobernantes con los pies bien puestos sobre la tierra, de hombres y mujeres con
los pantalones bien puestos para servir a la nación y no para servirse de ella.
Al tiempo apreciado votante, al tiempo. Usted tiene la última opinión respecto
al proceso electoral 2018 y acerca del
resultado del trabajo de los
nuevos candidatos y candidatas electos. Será en el 2021 y en el 2024 cuando se escriba
una página más en la historia de México.
Por su atención gracias.