martes, 27 de noviembre de 2018

Reforma 12



·         El fenómeno de la Migración
·         La postura de AMLO
·         Claudia Pavlovich  niega participación en  Operación Zafiro


 Por Raúl Campoy Robles

Navojoa, Sonora, 26 de Noviembre de 2018.-  La migración de personas indocumentadas hacia México y  los  Estados Unidos de América es un fenómeno en constante crecimiento que, cada día llama más la atención de los gobernantes para  afrontar un problema que pareciera nunca acabar, pese a  los riesgos que corren los migrantes  con el propósito de obtener un mejor nivel de vida que, muchas de las veces no se logra porque alcanzan la cárcel o en el peor de los casos enfrentan la muerte.
Los implicados en su gran mayoría de escasos recursos económicos  a menudo padecen  prácticas abusivas de grupos criminales organizados que, violentan los derechos humanos, entre otros factores que enmarcan hechos  que permanecen  en total impunidad. Sin embargo, los integrantes de este grupo poblacional aún sabedores de lo riesgoso de su aventura en busca del llamado sueño americano, corren el riesgo con resultados conocidos de suyo por la opinión pública.
La urgente necesidad de atención a los migrantes indocumentados  ha obligado, por decirlo de alguna manera, a las autoridades de los tres niveles de gobierno mexicanos a establecer estrategias que permitan  aminorar al  menos  este problema que  demanda la atención  social e institucional, en especial  ante el aumento de las violaciones de los derechos humanos de los migrantes.
Sonora, es desde agosto del 2004 la primera entidad fronteriza mexicana en crear  la Comisión Estatal para la Atención  de Migrantes con el propósito de atender a los mexicanos deportados  o que intentan ingresar a los Estados Unidos.  De esta manera se coloca a la vanguardia en México al contar desde el 2007 con la Ley de Protección  y Apoyo  a Migrantes, dicha legislación aprobada por unanimidad en el Congreso local no pretende regular  aspectos reglamentarios de migración  y emigración en el territorio  mexicano, en virtud que el tema es de competencia federal.
En este contexto, la gobernadora Claudia Pavlovich Arellano,  ha solicitado la ayuda federal para  hacer frente al fenómeno de la migración de las caravanas de centroamericanos que  para su desgracia son rechazados por el gobierno  de Donald  Trump y por la vox populi mexicana  en virtud que se ha expresado a través de las redes sociales dada la arrogancia, la falta de respeto y los desmanes que los indocumentados han protagonizado a  lo largo de su trayecto por territorio mexicano.
El caso  ha llamado la atención  del presidente de los Estados Unidos de América del Norte, Donald Trump, quien  ahora  ha agradecido a México el despliegue de elementos federales para contener a los migrantes en Chiapas. Y al mismo tiempo le exige repatriar a los ahora inmigrantes en su gran mayoría hondureños violentos y empobrecidos.
 En este marco Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México,  ha refrendado su apoyo a los migrantes, solicitando se garantice la seguridad de estos, y adelantó que al iniciar su administración otorgará visas de trabajo  a los centroamericanos en referencia.
 Hasta el párrafo anterior habla de  las autoridades citadas, de su quehacer y su proceder dentro del marco legal   en su trato  a los migrantes, es natural, no se puede esperar menos. Lo que sí es criticable es  el proceder del presidente Enrique Peña Nieto, por permitir a la caravana su ingreso a México. Tal vez porque  también pertenece a la cultura de patear el bote, podría preguntársele…O en el peor de los casos  ¿quiere dejar un problema más al presidente Andrés Manuel López Obrador?
Interrogantes  hay  tantas como migrantes  han llegado al vecino país del norte. Existe la hipótesis que hace suponer la existencia de organizaciones o países enemigos de Estados Unidos que tratan de desestabilizarlo  y de paso a México, dada su cercanía y buenas relaciones diplomáticas y comerciales; al menos así lo declaró públicamente  el Dr. Juan Bosco Abascal Carranza, académico  y escritor mexicano. Por lo anterior se infiere   que el tema abordado en este espacio seguramente dará mucho de qué hablar en los próximos días y durante el resto del año.
En tanto, y para cerrar este espacio cito la estrategia publicitaria que pretende desestabilizar a la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich Arellano  y su gobierno; se trata de la operación zafiro, dada a conocer públicamente por la asociación civil Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad. La organización señala el presunto desvío de 650 millones de pesos  a 12 empresas fantasmas vinculadas con  un presunto esquema de financiamiento ilegal de campañas electorales del PRI en 2016.
Al parecer, se descubrió que dichas compañías recibieron transferencias  de los gobiernos priistas de Chihuahua, Durango, Colima, Estado de México y Sonora. La noticia llamó la atención de los sonorenses y provocó el derecho a réplica de la mandataria estatal quien negó categóricamente el  presunto desvío de recursos. A menos de   una semana del conocimiento de  una nota periodística Pavlovich Arellano giró indicaciones a la Contraloría del Estado para que desde esta dependencia se inicie   una investigación para no dejar lugar a dudas sobre ese manejo  de los recursos, y en caso de ser necesario se deslinden responsabilidades. Como dice el viejo y conocido refrán, la jefa del ejecutivo estatal les dijo en pocas palabras que el que nada debe, nada teme. El público lector puede darse cuenta que se trata de una acusación muy delicada que, en principio exige investigarse por las instituciones competentes,  y  cuyo resultado de la investigación abordaré en su momento  en este medio de comunicación.

Por su atención gracias.