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El fenómeno de la Migración
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La postura de AMLO
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Claudia Pavlovich niega participación en Operación Zafiro
Por
Raúl Campoy Robles
Navojoa, Sonora, 26 de
Noviembre de 2018.- La migración de
personas indocumentadas hacia México y
los Estados Unidos de América es
un fenómeno en constante crecimiento que, cada día llama más la atención de los
gobernantes para afrontar un problema
que pareciera nunca acabar, pese a los
riesgos que corren los migrantes con el
propósito de obtener un mejor nivel de vida que, muchas de las veces no se
logra porque alcanzan la cárcel o en el peor de los casos enfrentan la muerte.
Los implicados en su gran
mayoría de escasos recursos económicos a
menudo padecen prácticas abusivas de
grupos criminales organizados que, violentan los derechos humanos, entre otros
factores que enmarcan hechos que
permanecen en total impunidad. Sin
embargo, los integrantes de este grupo poblacional aún sabedores de lo riesgoso
de su aventura en busca del llamado sueño americano, corren el riesgo con
resultados conocidos de suyo por la opinión pública.
La urgente necesidad de
atención a los migrantes indocumentados
ha obligado, por decirlo de alguna manera, a las autoridades de los tres
niveles de gobierno mexicanos a establecer estrategias que permitan aminorar al
menos este problema que demanda la atención social e institucional, en especial ante el aumento de las violaciones de los
derechos humanos de los migrantes.
Sonora, es desde agosto del 2004 la primera
entidad fronteriza mexicana en crear la
Comisión Estatal para la Atención de
Migrantes con el propósito de atender a los mexicanos deportados o que intentan ingresar a los Estados
Unidos. De esta manera se coloca a la
vanguardia en México al contar desde el 2007 con la Ley de Protección y Apoyo
a Migrantes, dicha legislación aprobada por unanimidad en el Congreso
local no pretende regular aspectos
reglamentarios de migración y emigración
en el territorio mexicano, en virtud que
el tema es de competencia federal.
En este contexto, la gobernadora Claudia
Pavlovich Arellano, ha solicitado la
ayuda federal para hacer frente al
fenómeno de la migración de las caravanas de centroamericanos que para su desgracia son rechazados por el
gobierno de Donald Trump y por la vox populi mexicana en virtud que se ha expresado a través de las
redes sociales dada la arrogancia, la falta de respeto y los desmanes que los
indocumentados han protagonizado a lo
largo de su trayecto por territorio mexicano.
El caso
ha llamado la atención del
presidente de los Estados Unidos de América del Norte, Donald Trump, quien ahora
ha agradecido a México el despliegue de elementos federales para
contener a los migrantes en Chiapas. Y al mismo tiempo le exige repatriar a los
ahora inmigrantes en su gran mayoría hondureños violentos y empobrecidos.
En este
marco Andrés Manuel López Obrador, presidente electo de México, ha refrendado su apoyo a los migrantes,
solicitando se garantice la seguridad de estos, y adelantó que al iniciar su
administración otorgará visas de trabajo a los centroamericanos en referencia.
Hasta el
párrafo anterior habla de las
autoridades citadas, de su quehacer y su proceder dentro del marco legal en su trato
a los migrantes, es natural, no se puede esperar menos. Lo que sí es
criticable es el proceder del presidente
Enrique Peña Nieto, por permitir a la caravana su ingreso a México. Tal vez
porque también pertenece a la cultura de
patear el bote, podría preguntársele…O en el peor de los casos ¿quiere dejar un problema más al presidente
Andrés Manuel López Obrador?
Interrogantes
hay tantas como migrantes han llegado al vecino país del norte. Existe
la hipótesis que hace suponer la existencia de organizaciones o países enemigos
de Estados Unidos que tratan de desestabilizarlo y de paso a México, dada su cercanía y buenas
relaciones diplomáticas y comerciales; al menos así lo declaró
públicamente el Dr. Juan Bosco Abascal
Carranza, académico y escritor mexicano.
Por lo anterior se infiere que el tema abordado en este espacio
seguramente dará mucho de qué hablar en los próximos días y durante el resto
del año.
En tanto, y para cerrar este espacio cito la
estrategia publicitaria que pretende desestabilizar a la gobernadora de Sonora,
Claudia Pavlovich Arellano y su
gobierno; se trata de la operación zafiro, dada a conocer públicamente por la
asociación civil Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad. La organización
señala el presunto desvío de 650 millones de pesos a 12 empresas fantasmas vinculadas con un presunto esquema de financiamiento ilegal
de campañas electorales del PRI en 2016.
Al parecer, se descubrió que dichas compañías
recibieron transferencias de los
gobiernos priistas de Chihuahua, Durango, Colima, Estado de México y Sonora. La
noticia llamó la atención de los sonorenses y provocó el derecho a réplica de
la mandataria estatal quien negó categóricamente el presunto desvío de recursos. A menos de una semana del conocimiento de una nota periodística Pavlovich Arellano giró
indicaciones a la Contraloría del Estado para que desde esta dependencia se
inicie una investigación para no dejar
lugar a dudas sobre ese manejo de los
recursos, y en caso de ser necesario se deslinden responsabilidades. Como dice
el viejo y conocido refrán, la jefa del ejecutivo estatal les dijo en pocas
palabras que el que nada debe, nada teme. El público lector puede darse cuenta
que se trata de una acusación muy delicada que, en principio exige investigarse
por las instituciones competentes, y cuyo resultado de la investigación abordaré en
su momento en este medio de
comunicación.
Por su atención gracias.