Reforma
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En Memoria de Don Feliciano Guirado
Méndez
Por Raúl Campoy Robles
Navojoa, Son. 8 de Mayo de 2018.- Asimilar
la muerte de un ser querido, de un familiar, de un amigo, de una gran
persona no es fácil, particularmente cuando se trata de un icono del periodismo como fue en vida
para el signatario de este espacio, Don Feliciano Guirado Méndez, quien
falleció en su casa ( Hermosillo) el jueves 3 del mes en curso, a raíz de un
infarto cardiaco fulminante.
Al maestro,
como le
motejamos algunos reporteros a los que nos formó (en mi caso
a partir de marzo de 1988) le
sobreviven su esposa Carmelita Valenzuela y sus hijos David Guirado Moreno y
Feliciano Guirado, nietos, así como un gran número de periodistas, políticos y lectores que reconocieron siempre su habilidad en las relaciones
públicas, su olfato por la noticia y su
vida sana, disciplinada y libre de
alcohol.
Don Feliciano, formó
una gran familia en la que cimentó
valores humanos que le hicieron ganar el
don de gentes y un gran número de amigos que le acompañaron a
su última morada. Y es que, el dialogar
con el caballero del periodismo
sonorense te dejaba siempre una semilla de sabiduría que a
la vez te permitía una tranquilidad y
armonía como pocas veces sucede.
Originario de Navojoa, a temprana edad inicia su carrera periodística y se convierte
en subdirector de El Informador del Mayo,
más tarde en 1975 asciende a Director de
ese órgano informativo, cargo al
que renunció a finales de 1990; en ese periodo integró un gran equipo de
periodistas como son: Esteban Rodríguez (ya finado), Fausto Islas, Agustín
Rodríguez, José Guadalupe Pacheco (ya
finado), Francisco Rodríguez, Santiago Barbuzón y entre otros no menos importantes Gerónimo Barreras,
todos ya jubilados. Pareciera que al terminar la vida activa esa generación de periodistas el matutino en referencia lo hiciera
gradualmente hasta el final de
sus días.
No obstante, FelguiMen fue siempre fiel a periódicos
sonorenses, como también se le conoció al periodista de vestir impecable, calzado
siempre limpio y lustrado, paso elegante
y eterno enamorado de la fragancia Carlo
Corinto, fundó los semanarios La Opinión y Nuevo Sonora, que pronto los
dejara bajo la dirección respectiva de
sus hijos David y Feliciano Guirado Moreno. Pero se dedicó hasta el final de sus días a publicar su columna MARGINAL, la más selecta por los lectores de los medios de comunicación antes mencionados.
Su estilo serio y
formal nunca le apartó del rasgo humano que
le caracterizó e imprimió en cada
una de sus columnas, entrevistas y reportajes que le hicieron ganarse el respeto y el interés de
los lectores que le admiraban y reconocían, entre los que
me anoto agradeciendo siempre sus
enseñanzas. Su amplia trayectoria
de más de 50 años le permitió hacerse de anécdotas que bajo su estilo resultan fáciles de comprender
dada la propiedad con que las abordaba.
A principios de 1988, el también maestro del periodismo Don
Feliciano Guirado Méndez me abrió las
puertas de El Informador del Mayo para laborar como reportero de locales y
enseguida me presentó ante el Subdirector Editorial y el
Jefe de Redacción de ese matutino, Esteban Rodríguez Salazar y Fausto Islas
Salazar, respectivamente. Personajes a
quienes debo los primeros conocimientos
prácticos de mi profesión. Del mismo modo, desde esas fechas a Agustín Rodríguez Valdez.
El haber conocido quien es considerado uno de los pilares del
periodismo en Sonora y principalmente
haber sido su pupilo, con quien
tuve la fortuna de hacer historia en El Informador del Mayo convirtiéndome en columnista
en 1999, representa para el signatario de este espacio un gran honor,
orgullo y satisfacción.
Finalmente agrego las palabras de su hijo y mi amigo
Feliciano: “Se fue contento, sin sufrimiento, con el deber cumplido al entregar
su columna. El primero del equipo Nuevo Sonora (como cada jueves al medio día),
comió, se dio tiempo para cortarse el
pelo, fue a la Expo acompañado de su esposa Carmelita
Valenzuela, con la que cenó, y regresó a su casa para mirar el programa de
televisión referente a las campañas
presidenciales, falleciendo a las 11: 11 de la noche.”
La columna MARGINAL de quien recibió el Premio
Nacional de Periodismo en 2011 por su
destacada trayectoria periodística siempre permanecerá en la historia del periodismo y en los recuerdos de sus lectores…"Periodismo, fascinante actividad.... reportero, hasta
el final": era la frase con la que cada jueves remataba su redacción, y
Dios se lo concedió hasta el final de su fructífera vida.
Don Feliciano Guirado Méndez, maestro, descanse en Paz eternamente.