martes, 14 de julio de 2015

Columna. La fuga de El Chapo Guzmán

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*La Fuga de “El Chapo Guzmán”
*El aspecto político



Por Raúl Campoy Robles

Navojoa, Sonora. 13 de Julio de  2015.- Definitivamente que, la noticia de mayor impacto  de la semana anterior  fue la fuga  de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, mejor conocido como “El Chapo Guzmán”. De su escape del panal  federal del altiplano en el estado de México,  continúa  una serie  de especulaciones que engrandecen  la  imagen  de uno de los hombres más buscados a nivel global.

 En principio,  se cuestiona la debilidad de las instituciones y la corrupción del estado mexicano sin soslayar que,  el escape del capo representa  un revés para las autoridades mexicanas  luego de su captura en febrero de 2014 por elementos  élite  de la marina en Mazatlán, Sinaloa, y sobre todo se recuerda el mensaje del presidente Enrique Peña Nieto, quien dijo en esas fechas  que una nueva  fuga del narcotraficante  sería imperdonable.

La fuga de El Chapo, conviene  decirlo, no logró modificar la agenda del presidente   Peña Nieto, quien  viajó este fin de semana a Francia acompañado de su esposa Angélica Rivera y sus  principales secretarios en una visita de estado. De inmediato ofreció una conferencia de prensa en la que destacó sus órdenes para la recaptura del  delincuente.

Analistas y expertos en seguridad ven la huida como una nueva crisis institucional y política en México en virtud que, por un lado se cuestiona  el sistema de seguridad  de la prisión federal en la que se encuentran recluidos  los líderes de varios cárteles de las drogas y  hasta  nuestros días se describía como una prisión  impenetrable, y por otra parte, se pone en entredicho la corrupción de  policías, escoltas, altos mandos policiales, y entre otros, las autoridades  del penal  cuyo personal  penitenciario está capacitado y obligado a realizar estudios periódicos de Radar de Penetración terrestre y Tomografía Eléctrica de Resistividad  para localizar elementos anómalos a profundidad como son los túneles. Sin embargo, ni desde el penal ni en sus alrededores, ninguna autoridad  vio siquiera un puño de tierra, maquinaria pesada, ni nada que levantara sospecha alguna.

Del mismo modo se cuestiona  al propietario de la casa en obra  negra ubicada en la colonia Santa Juanita, al suroeste del penal, donde se encontró madera, tanques de  oxígeno y otros objetos que, desde luego fueron utilizados  por hombres que con antelación sabían de la fuga de Guzmán Loera.  Se habla oficialmente de un escape del narcotraficante, aunque, las vertientes que  hacen alusión a la corrupción del sistema político mexicano  parecen respaldar que El Chapo nunca se fugó, incluso  la vox  populi también  cuestiona que  tan pronto fue aprendido en el puerto de Mazatlán   en 2014,  pronto se  dejó en libertad.

Lo que  es una realidad es que la fuga del originario de Badiraguato Sinaloa,  deja  muy mal parados a varios  funcionarios de la  actual administración federal a saber: el presidente Enrique Peña Nieto, y el Secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong,  ya que es el responsable de la política interior  de México; también es cuestionable dicho sea de paso, la posibilidad de la penetración  del crimen organizado dentro de las estructuras gubernamentales.

¿Y qué decir de algunos episodios  del gobierno de Vicente Fox? Como  recordará el lector,  en 2001, Guzmán Loera  se escapó   a bordo  de un carrito de lavandería y desde esa  fecha  su nombre  fue asociado a la sospecha de que durante el gobierno Foxista se le protegió en virtud que muchas situaciones  así  lo denotaron, aunque   hay que aclarar que nada sustenta un apoyo institucional, pero durante  varias ocasiones, declaraciones públicas,  o demoras en operaciones para detenerlo permitieron que el  afamado personaje   se  escapara.

Durante el gobierno de Felipe Calderón hubo otros momentos que abrieron la oportunidad de detenerlo pero las declaraciones de un funcionario de la PGR  sobre su presunta detención  lo alertó y  huyó de nuevo, en esa ocasión “ El Chapo” había  sido visto en la sierra de Durango,  logrando continuar escondiéndose de las autoridades mexicanas y de los Estados Unidos. Sin embargo,  hasta febrero de 2014  la información  proporcionada por la DEA a las autoridades mexicanas permitió cercarlo y capturarlo en Mazatlán,  Sinaloa, aunque no fue posible su extradición al vecino país del norte.

Lo que no deja lugar a dudas es que  el personaje más importante del narcotráfico en los últimos 26 años  logró huir  de una prisión federal mexicana. El 19 de enero de 2001, el capo, convertido  nuevamente en el delincuente más buscado de México, se escapó del penal de Puente Grande, en Jalisco. En  mayo de 1993 el multicitado capo    fue capturado en Guatemala.

Para concluir, es prudente relacionar  los movimientos  y constantes fugas de El Chapo con  los ex presidentes panistas Vicente Fox y Felipe Calderón,  y, de  una manera muy especial  a  la ex canciller Patricia Espinosa y  el ex secretario de Gobernación, Alejandro Poiré, quienes  desprestigiaron en su momento   al presidente Enrique Peña Nieto alegando  que el regreso de PRI al poder era el regreso  a los pactos con los cárteles de las drogas.

 Sin duda que  la nueva fuga del capo  dará mucho que  hablar en los próximos días.

Amable lector, ¿Usted qué opina?

Por su atención gracias.