La otra cara de la moneda…La línea delgada de
los celos
por Paola Fuentes
“Aun no
entiendo como fui capaz de hacer tanto daño a quien más amaba, pero no lo podía
evitar, por celos perdí a mi familia, mis amigos y hasta mi trabajo, me quede
solo sin saber como empezar de nuevo”.
El tema
de los celos despierta mucho interés en las personas por tratarse de una pasión
muy humana que, como se ha venido manejando, puede convertirse en una patología
muy destructiva que cambia la vida de quien la padece así como la de su pareja.
A raíz
de las últimas columnas he recibido opiniones en las que mis lectores
visualizan a una persona con celotipia como el “malo del cuento”, como el
agresor malvado que sólo busca lastimar y destruir a su pareja.
Los
celos patológicos son como una maquina demoledora que poco a poco va
destruyendo todo lazo afectivo que se encuentra a su paso, sin embargo, desde
mi punto de vista, quien los padece no es el malo del cuento, sino que es una
victima más de su propio trastorno.
“Mi
imaginación se desbordaba cuando no la encontraba en casa, las imágenes de ella siéndome infiel me
atormentaban todo el tiempo, hacían que me llenara de ira y de un rencor que
era injustificado, no podía ser feliz a pesar del gran amor que me tenía”.
Quien
padece de celos obsesivos además de sufrir por sus ideas irracionales también
se convierte en una persona dependiente emocional, de baja autoestima, con
depresión y que maneja altos niveles de estrés, que además de traerle
conflictos con su familia también lo afecta en su área laboral.
“Me
volví una persona muy irritable, descargaba mi coraje y mi ansiedad con mis
compañeros de trabajo, no podía concentrarme y en múltiples ocasiones mis celos
hacían que abandonara la oficina sólo para vigilar que ella estuviera sola en
casa, hasta que termine por perder mi empleo”.
Con los
ejemplos que describí no intento defender ni justificar la conducta de una
persona con celotipia, pero si que se conozca la otra cara de la moneda, el
sufrimiento que muchas veces ignoramos, y que se vea como lo que es, como un
trastorno que necesita ser atendido.
También
es importante mencionar que la celotipia no es exclusiva de los hombres, sino
que también las mujeres la padecen.
En la
siguiente opinión describiré las graves secuelas y los diferentes trastornos
que desencadena la celotipia en la pareja.