domingo, 12 de mayo de 2013



Nuestra Imagen

*Rinden Homanaje al actor Mario Almada

*En vida hermano, en vida

Por Raúl Campoy Robles


Navojoa, Son. 7 Mayo 2013.-  Celebrar un homenaje nos recuerda que cada uno de nosotros lleva una vida de especial interés y valor y que cada uno es único, con dones exclusivos, además  dicho evento  manifiesta  un agradecimiento  de la sociedad  o de un grupo de personas   hacia  el personaje  cuya obra en vida  destacó por  una  u otra causa en beneficio  de la sociedad.

Citar en este espacio  experiencias y anécdotas  serias o cómicas  resulta  insuficiente para  reconocer  la trayectoria artística  que durante 70 años  de carrera cinematográfica han hecho de un hombre  reconocido a nivel nacional e internacional; personaje que jamás  ha  perdido el piso a pesar de la fama, ni ha  olvidado  la tierra  y la gente  que lo vio nacer   en  su querido Huatabampo.

Si bien es cierto que la tradición  ha perfilado  el homenaje  para los hombres y mujeres que  han fallecido,  en esta ocasión resulta interesante ponderar  que el actor  y productor Mario Almada Otero   por  primera  vez en sus 92 años de vida fue reconocido por  el H. Ayuntamiento de Huatabampo;  homenaje que marcó   un precedente  en la historia del municipio sureño que, no solo  destaca su nombre en el séptimo arte, sino también en otras  áreas  como el deporte, la política y la agricultura.

Originario de la comunidad El Caro municipio de  Huatabampo  y actor de  más de 500 películas entre las que destacan “Todo por Nada y Puerto maldito”, la primera le dio la oportunidad de obtener siete diosas de plata y un Ariel así como obtener el título de la revelación masculina del año convirtiéndolo en un ser ejemplar para orgullo de su familia, amigos  y la comunidad huatabampense, Mario Almada representa un ícono del cine western al estilo mexicano.

De mirada serena, clara y que denota una gran inteligencia,  el actor del  filme “Tunco Maclovio” desde temprana hora llegó  a  su casa ubicada en  Huatabampo, degustó mariscos acompañado de sus hijos y nietos, y se dedicó al descanso para  prepararse y recibir con la humildad que le caracteriza el homenaje que por fortuna en vida le  organizaron  las autoridades municipales  de Huatabampo encabezadas por el alcalde Ramón Díaz Nieblas.

Elegantemente ataviado al estilo ranchero y  de color negro, otorgó parte de su tiempo para atender a los medios de comunicación impresos y electrónicos, así como  a las principales  empresas televisoras nacionales que  han seguido su carrera cinematográfica al paso del tiempo; además su agenda incluyó un recorrido por  las principales calles de  Huatabampo   para concluir en la plaza Juárez donde se proyectó   una de sus famosas películas; del mismo modo el actor firmó autógrafos y posó para  las cámaras de un público que le gritaba de “Te queremos Mario, eres nuestro ídolo, gracias por venir a tu pueblo Mario”. Su agenda incluyó una conferencia que  impartió a estudiantes del ITHUA, entre otras actividades no menos importantes.

De  sonrisa sincera, esbelta figura y jamás rodeado de guardaespaldas como   suelen acostumbrar los artistas de  su talla Mario Almada dio la oportunidad  a su público para acercársele y recibir su reconocimiento y amistad.  Además  evidenció una  memoria  brillante en virtud que recordó a sus amigos  de  la infancia, sus familiares y personas no menos importantes que aportaron  su esfuerzo para formar al hombre que  ha puesto el nombre de Huatabampo muy alto.

Hijo   Ricardo y Elodia  de Almada  reconoció el amor hacia  su familia y citó los valores  humanos que  marcaron su vida como  son: el respeto, la solidaridad y la humildad  pero sobre todo  el amor a la tierra que los vio nacer, su querido Huatabampo, a donde  después de  viajar a lado de sus padres al sur del país pretendía regresar y dedicarse  de tiempo completo a la agricultura  luego de   abandonar sus estudios de medicina debido a que  la preparatoria donde estudió no contaba con validez oficial. Sin embargo, su hermano Fernando lo  animó a  trabajar en el cine, iniciando de esta manera una larga y exitosa carrera que  han hecho de Mario Almada Otero un ícono del cine mexicano.

El reconocimiento  al multicitado actor,  deja un mensaje claro y definido en el sentido de que las cosas deben de hacerse en el momento, sin esperar que la situación haya pasado,  es decir, antes de que esa persona familiar o amigo no estén físicamente entre nosotros. Y  se ha convertido en una acción  más que evidencia  la sensibilidad  humana  del alcalde Ramón Díaz y su esposa Sagrario Montaño, sin lugar a dudas.

Muy claro lo citó en vida la  distinguida escritora Ana María Rabathé en uno de sus poemas más conocidos  “En Vida, Hermano... en vida.

Por su atención gracias.