sábado, 28 de agosto de 2010

VIVE PROTAGONISTA DE LA REVOLUCIÒN MEXICANA


Doña Carmen Morales Montes

Hermosillo, Sonora, Agosto 27 de 2010.- Sonorense por adopción, Doña Carmen Morales Montes quizá sea una de las pocas, sino es que la única soldadera de la Revolución Mexicana que aún siga viva.
Con 112 años a cuestas, doña Carmen cuenta que es de origen poblano pero radicada desde hace muchos años en Huatabampo, donde viven sus hijos, sus nietos y bisnietos, porque de ahí era su esposo.
“Yo soy de Huatabampo, porque ya tengo mucho tiempo y aquí me registré, porque en las guerras no había registro”, dice.
El México democrático es una realidad afirma, no son cuentos, pues ella vivió en carne propia otras épocas igual de importantes y bonitas en nuestro país; Sonora va paso a paso por su propia historia, ahora en transición.
Con una lucidez que impresiona, doña Carmen cuenta que conoció a muchos personajes de esta lucha que inició el 20 de noviembre de 1910, debido a que su esposo Agustín Valenzuela era un militar huatabampense, asignado en Veracruz, donde se conocieron cuando ella andaba de soldadera.
“Me acuerdo cuando nos fuimos en el batallón de Perote a Veracruz, y de Veracruz nos trajeron a México, y de ahí nos mandaron para Oaxaca, y ahí me fui con mi esposo a Oaxaca, era el 10 batallón de Infantería”, comenta.
Agrega que mientras los hombres se iban a pelear, ella y sus compañeras se quedaban en el cuartel haciendo la comida y lavando la ropa de sus maridos.
Esta mujer dice también que conoció a Lázaro Cárdenas, “fue el que les dio tierra a los yaquis, porque andaban los Yaquis peleando seguido”, recuerda orgullosa de haber vivido en esta época tan importante para el país.
Viuda desde hace más de 30 años a causa de una embolia que afectó a su marido, Doña Carmen vive con su hijo Pedro, pero es protegida por toda su familia que reside en Huatabampo, quienes el pasado 16 de julio le festejaron sus 112 años de vida.
“Yo críe a mis hijos muy humildes, no fueron peleoneros, no fueron borrachos”, concluye, mientras se levanta de su silla para saludar a las personas que curiosas se acercan a conocerla, a conocer a una protagonista de nuestra Revolución Mexicana.